“¿Qué se pone para dormir?”. “Cinco gotas de Chanel Nº 5”, confiaba Marilyn Monroe. Creado hace un siglo, este perfume que “huele a mujer” disfruta de una eterna juventud, siendo todavía uno de los más vendidos del mundo
PARÍS.
“¿Qué se pone para dormir?”. “Cinco gotas de Chanel Nº 5”, confiaba Marilyn Monroe. Creado hace un siglo, este perfume que “huele a mujer” disfruta de una eterna juventud, siendo todavía uno de los más vendidos del mundo.
En 1921, la diseñadora francesa Gabrielle Chanel acomete una nueva revolución más allá del guardarropa femenino, con el lanzamiento de esta fragancia, contenida en un frasco geométrico con una sencilla etiqueta en blanco y negro.
Su nombre, su aroma y las líneas radicales del frasco contribuyen a hacer de éste un icono de los llamados años locos (en Francia). Con una simple cifra, en alusión a la muestra elegida (para confeccionar el perfume) Chanel rompe con las tendencias y entra en la abstracción”, estima Julie Deydier, encargada de patrimonio de la firma.
La diseñadora quiere distinguirse de la tradición naturalista y floral del siglo XIX y concebir esta fragancia con “olor a mujer”, como un vestido de alta costura.
El perfumista Ernest Beaux, encargado de esta misión, crea así una fragancia que no reproduce ningún olor existente en la naturaleza.
El Nº 5 huele a Chanel, identificable por su aroma atípico debido a una presencia importante de moléculas de síntesis, los aldehídos, que aportan frescura a las notas florales y le confieren su carácter “abstracto”.
La sencillez del frasco, apenas modificado a lo largo de las décadas, rompe con las presentaciones ostentosas de la época.
Hay que concentrarse 100% en el perfume, para nada en la presentación”, decía Chanel.
Para un anuncio destinado a la prensa estadunidense en 1937, Chanel decide encarnar ella misma el Nº 5. Junto a su fotografía, un texto reza: “Gabrielle Chanel es ante todo una artista de la vida. Sus vestidos, sus perfumes son creados con un perfecto instinto dramático. El Nº 5 es como una música suave que ensalza una escena de amor. Desata la imaginación y deja un rastro imborrable en los recuerdos de los actores”.
Durante las décadas siguientes, el cine y las actrices contribuyeron a perpetuar su aura legendaria y en la actualidad, sigue siendo uno de los perfumes más vendidos del mundo.
Una imagen de Marilyn Monroe en la que se perfumaba el escote con el Nº 5 fue utilizada en 2013 para un anuncio de la fragancia.