La CROC estima que el 17% del total de los empleos perdidos en el país corresponde al sector restaurantero
La Paz, Baja California Sur.- El paso a naranja en el semáforo de riesgos sanitarios será el tiro de gracia para empresarios del giro restaurantero que tienen que vérselas con cada vez más imposiciones regulatorias. De acuerdo con la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Baja California Sur (BCS), Lorena Hinojosa Oliva, en medio de un árido panorama en cuanto a apoyo para sostener sus negocios, se ven en la necesidad de exponerse a contagiarse porque “o sales a trabajar o no tienes para comer”.
El día de hoy entran en vigor nuevas medidas publicadas por el Gobierno del Estado, que imponen sanciones a quien promueva aglomeraciones mayores a 15 personas, no porten cubrebocas o incumplan las demás medidas sanitarias. En ese contexto, la representante de la cámara restaurantera expresó que las situaciones de los empresarios del giro ven una “muy difícil situación”.
“Las medidas impuestas por las Autoridades están basadas en su criterio gubernamental, diametralmente opuesto a las necesidades del día a día”, consideró Hinojosa Oliva al plantear que las medidas afectan “de forma crítica la economía de muchas personas […], una población mayoritaria que tenemos necesidad de salir a trabajar, todos o casi todos queremos quedarnos en casa, pero salimos a trabajar por necesidad”, planteó.
Mientras muchos restaurantes dependen de las ventas de fin de año para lograr una economía que sustente su operación durante los meses sin clientela, con el aumento en la cantidad de casos activos y la determinación gubernamental de sancionar de nueva cuenta la movilidad pone en una situación desventajosa a la iniciativa privada.
Desde hace meses, la Canirac se unió a otras cámaras empresariales y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para hacer llegar un “SOS Empresarial” a las autoridades, en el que pedían distintos apoyos fiscales en el pago de servicios y acceso a mecanismos de rescate financiero ante un posible colapso de la economía local.
Sin embargo, ante la falta de apoyos económicos y la oferta de créditos que simplemente no fueron competitivos para la pequeña y mediana empresa, Hinojosa Oliva pidió a través de ese medio, solidaridad al ramo profundamente afectado por la crisis sanitaria.
“Todos los burócratas de los tres niveles de gobierno tienen su sueldo seguro, no hay problema de quedarse en casa, pero hay millones de mexicanos que no somos burócratas y nos exponemos porque no tenemos otra opción: o sales a trabajar o no tienes para comer”, problematizó. En contexto, como resultado de la crisis sanitaria, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) estima que el 17 por ciento del total de los empleos perdidos en el país corresponde al sector restaurantero.