• Con textos de Daniela Tarazona e ilustraciones de Nuria Meléndez, el libro se abre paso por la vida de la escritora de origen ucranio
Ciudad de México. En el centenario del nacimiento de
Clarice Lispector, que se conmemoró ayer, se publica el libro La mirada en
el jardín, que hace un recorrido por el misterio y los
símbolos en la vida de la escritora brasileña mediante las palabras de Daniela
Tarazona y las ilustraciones de Nuria Meléndez.
Supongo que entenderme no es cuestión de
inteligencia, sino de sentir, profetizó Lispector, la autora inclasificable que
nació el 10 de diciembre de 1920.
En entrevista, Daniela Tarazona expone que
Lispector hace una inmersión hacia la mirada interior y considera que es
fundamental leerla en estos tiempos, porque amplía los alcances del
lenguaje, las posibilidades de expresión.
Recientemente publicado por Lumen, en un año
en que la soledad obligada ha causado estragos, apunta: El mundo contemporáneo
es del alejamiento del interior; tal vez atravesados por todo el vértigo y la
velocidad de las computadoras, redes sociales, la información y vivir hacia
afuera. Ese mundo del espectáculo a veces nos deja pocos recursos para viajar
hacia lo que sentimos y nos atraviesa.
Tarazona (Ciudad de México, 1975) visualiza
un renacimiento en el interés por Lispector en años recientes, por lo menos
aquí en México. Primero con la multiplicación de sus títulos por la editorial
Siruela, y ahora que el Fondo de Cultura Económica va a lanzar toda su
obra. Somos una legión de lectores y cada vez se suman más.
Se agrega ahora, La mirada en
el jardín, cuyas páginas abren paso por la vida de Clarice
Lispector, quien nació en Ucrania, pero desde la infancia se afirmó brasileña.
Su andar por la vida estuvo marcado por la escritura. Novelas, cuentos y textos
periodísticos son su legado.
Tarazona y Meléndez, una con la palabra y la
otra con la imagen, abren camino por este jardín femenino en 11 capítulos donde
juegan con elementos simbólicos, como la rosa, la manzana en la oscuridad, la
cucaracha o la flor de lis. “Reúne algunos episodios de la vida y algunos
aspectos de su obra.
Los textos que nos dejó son como organismos
vivos, por eso la propuesta de un paseo por la memoria de las emociones, a la
mirada que tenía acerca de lo vivo, de lo que no se puede definir, en constante
mutación. Como se cita en el propio libro: La abogada y escritora Clarice
Lispector supo que la eternidad comenzaba en los jardines.
Brevedad e introspección
La muerte de la madre de Lispector en la
infancia, el prematuro impulso de escribir, su primera novela, Cerca del
corazón salvaje, de 1943, y su matrimonio con el diplomático
Maury Gurgel Valentente, así como su deambular por Nápoles, Berna, Torquay y
Washington, son aspectos explorados, pero no en una biografía común.
Con textos breves e introspectivos, Tarazona
dialoga con el recorrido visual muy rico de Meléndez, que aporta
belleza al libro. El jardín de páginas cierra con el fallecimiento de Lispector,
en 1977, la pluma consumida por el fuego, sobreviviente que concluye con La hora de la
estrella, novela publicada unos meses antes de morir a causa
de cáncer.
La intención es dar cuenta de los impulsos
tan contundentes y potentes en la escritura de Lispector, relacionados con
algunos acontecimientos. Es una interpretación de una vida muy singular, de una
sensibilidad extraordinaria. La vida era escritura y viceversa.
En palabras de la entrevistada, es la
literatura en su estado más puro y maravilloso, para aproximarse a lo que se
encuentra vivo y sucediendo.