La Paz, Baja California Sur. Todo comenzó cuando las mujeres del mar comenzaron a cuidar el acceso a la Bahía de La Paz en el manglar de El Conchalito; ahora, siete años después, las Guardianas de El Conchalito son un grupo de autogestión que colabora activamente en la recuperación de uno de los manglares urbanos más importantes del puerto.

Desde las seis de la mañana, las guardianas de turno se reúnen, con su termo de café en la mano, bajo un pino salado a cuidar del manglar ubicado en la colonia El Conchalito, un humedal con manglares rojo, negro y blanco que aporta importantes servicios ambientales a la bahía de La Paz y ofrece un área natural accesible para los habitantes de La Paz.

“Todo comenzó cuando estábamos cuidando el callo, había gente que se metía al cultivo de callo por esta área y nos pusimos a vigilar para evitar el robo”, recordó la señora Claudia Reyes, una de las guardianas de este espacio natural entrevistada para Diario El Independiente. “Comenzamos a hacer limpieza de basura, a recoger escombros y nos dimos cuenta que había mucho qué hacer. Tuvimos que hacer las gestiones para que se llevaran a un indigente que se la vivía dentro de los manglares y juntaba basura”, recordó.

Cuando se dieron cuenta de la importancia de rescatar el espacio, comenzaron a participar en las acciones de conservación coordinadas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Dirección de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) del Municipio de La Paz y organizaciones de la sociedad civil que se reunieron para cambiar la apariencia del lugar.

“Antes este solo era un lugar para malvivientes, la gente venía aquí nomás a tirar basura, animales muertos en bolsas y pues pusimos manos a la obra […] Ahora estamos repartiendo bolsitas a la gente que trae mascotas y las invitamos a que recojan lo que hacen sus perros, porque es insalubre”.

Hoy en día son 14 guardianas, realizan limpiezas periódicas, divulgan entre los visitantes el reglamento para usar el espacio y evitan que los vehículos se metan a la zona que se delimitó con piedras de cantera rosa. Cada vez es más común ver a personas disfrutando de un lugar que antes era sólo un sitio para tirar escombros, lo cual, de acuerdo con Claudia, es motivo de orgullo para todas.

Con apoyo de la dirección de Zofemat están construyendo lo que será su caseta de vigilancia y también están señalando el espacio con indicaciones para su disfrute. Las Guardianas de El Conchalito agradecieron en especial a Conanp, Zofemat y a la organización Noroeste Sustentable, que han brindado apoyo para lograr que esta actividad, cuidar la naturaleza, se convierta poco a poco en una forma de vida.

"Lo que falta es contar con senderos bien señalizados que permitirían que la gente no estropee la vegetación, pero ahí la llevamos, es importante que la gente entienda que este espacio es de todos y que si lo cuidamos va a durar mucho para todos nuestros hijos y nietos", finalizó la señora Claudia Reyes.