• Setenta y un años. Una vida útil, la mayor parte enseñando. Y mostrando una realidad nacional en la que estamos todos. Elmer Mendoza • Un modesto tributo a un mexicano grande • Conversaciones con el diablo
Ahí estaba sentado en una
jardinera de cemento. Es el campus universitario en La Paz, son las ocho de la
noche. En un verano reciente. Recién concluyó su cátedra de literatura. Solo,
la penumbra dejaba ver la silueta extensa de un hombre vestido con sencillez
absoluta: jeans, chaleco verde. El maestro esperaba su transporte a la ciudad.
Se acerca un vehículo. Se
parquea junto a él. Y baja un individuo y lo reconoce. Y exclama! Maestro ¿porque
está solo? Responde. No lo estoy. Me acompaña este clima. Esta noche paceña. Y
el bullicio de los estudiantes.
El intruso grita a quien le
acompaña y que quedó a la espera en el carro” Ven, ven a conocer al mejor
escritor de México Ven.” La mujer se tarda en bajar. Entonces Élmer se levanta.
De rápidas zancadas se acerca y extiende la mano derecha y saluda. Elmer
Mendoza Valenzuela.
El mismo que hoy en algún
lugar del país festeja sus primeros setenta años de vida. Una vida útil,
consagrada a la sencillez. Una distinción que lo hace emperador. Y que aunado a
su vocación de escritor y educador se haya colocado en esta última década en el
referente obligado para leerlo o escucharlo.
Del maestro Élmer, hoy se
escribirán sin fin de historias. Es tema con alcance nacional e internacional.
En lo personal me ocuparé de lo que pienso de su compartimento como maestro y
como orientador y Forjador de una generación de aspirantes a escritores tanto
en el país como en el extranjero. Y lo hago así,porque estoy descalificado para
criticar o evaluar su amplia obra porque me gana el afecto. Y la admiración. Y
sobre todo el agradecimiento a sus enseñanzas.
El estilo de Élmer es
escuchar. Y dialogar. Los salones de clases, van desde los más pequeños hasta
los más concurridos. Armado de la paciencia de Job. Deja que el aspirante,
plantee su idea. La escucha. Y después con mucha sutileza sugiere.
Sensible al respeto y a las
tradiciones de los pueblos. Acucioso en el tema de las gastronomías regionales.
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Un
modesto tributo a un mexicano grande
Una noche leí mi texto. Era un
matón- obvio- demasiado sanguinario. Este llegó a un paraje de nuestra hermosa
serranía calisureña. Y su ayudante y cocinero le preparo de entrada una sopa de
garambullo. Y unas galletas de jojoba. Esto solo para abrir boca. El matar a
mansalva abre el apetito. Me interrumpe. Levanta su extensa mano. Y pregunta ¿Cómo
se llama el sicario? Le doy el nombre. Y otra vez interroga. ¿Existió? Sí. Y me
dice: cámbiale de nombre. Tendrá familia por ahí. Y otra pregunta ¿Esa sopa de
garambullo como se hace. Le respondo y sigue la lectura. Al final me dice: no
sé a dónde vas, pero síguele.
Le seguí. Y en la pasada Fil,
la del 2018 le lleve mi libro. Le presentó a mi familia. Mis hijas. Y esposa. Y
dije: cuando usted vaya a La Paz, le prepararemos sopa de Garambullo.
Los ojos del maestro destellaron
algo especial. Es el brillo de una mirada de un hombre que relega la fama. Esos
reflectores que separan de la realidad. Y abraza la responsabilidad a veces a
cuenta de riesgo personal de ser portavoz muy puntual, de nuestras calamidades
nacionales.
Hacer un brindis desde La Paz,
por el cumpleaños del maestro. De ese prototipo de educador que todos los
latinoamericanos tenemos en un alto nicho en el corazón, es un privilegio. Dios
nos lo conserve por siempre. Salud, con Damiana.
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Conversaciones
con el diablo
Lupita Saldaña Cisneros es una
mujer cumplida. Es de las pocas servidoras públicas que tiene la cara de
pararse frente a los electores y pedirles su voto. La semana que entra pide
licencia y se abocará a buscar la alcaldía cabeña. Que se separa del cargo una
legisladora que ha sido una sorpresa por su trabajo en estos más de dos años
como senadora.
Que estuvo en la recta final
para la gubernatura y que supo formar un equipo con Pelayo para hacer un tándem
que puede ser victorioso... Y con esto nos despedimos no olviden hagan el bien
y sean felices…