• El destino de los JO tendría un impacto en los de invierno de Pekín 2022 y los de verano de París en 2024, dijo
Tokio. No
hay "ninguna circunstancia" que haga pensar en este momento que los
Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, previstos finalmente en julio y agosto de
2021, puedan anularse, pese al aumento de las infecciones por coronavirus y el
escepticismo de los japoneses, declaró este martes a la Afp la
gobernadora de Tokio.
Según
Yuriko Koike, el destino de los Juegos Olímpicos de Tokio, que debían
celebrarse el verano boreal de 2020, tendría un impacto sobre los futuros
eventos olímpicos, en particular los Juegos de invierno de Pekín en 2022 y los
de verano de París en 2024.
La
gobernadora reconoció que una mayoría de la población japonesa se sigue
oponiendo a la organización en 2021 de los Juegos, pero se declaró convencida
de que estas inquietudes serán pronto superadas.
"El
público japonés y los habitantes de Tokio tienen los ojos puestos en la
situación actual", explicó Koike.
"Nosotros
miramos hacia el futuro", añadió.
Los
Juegos de Tokio-2020 son los primeros de la Historia en ser postergados en
tiempos de paz, y un nuevo aplazamiento ha sido descartado por los responsables
olímpicos y japoneses.
Se
iniciarán el 23 de julio y se clausurarán el 8 de agosto de 2021.
"¿Y
París dentro de cuatro años"?
Koike,
gobernadora de la región del Gran Tokio (14 millones de habitantes), insistió
en que descarta una anulación de los Juegos.
"Los
ciudadanos del mundo ven los Juegos de Tokio como un símbolo de que la
humanidad habrá vencido al coronavirus, que conducirá a los Juegos de invierno
de Pekín y después a los Juegos de París", dijo.
"Si
Tokio no hace los esfuerzos posibles para luchar contra el coronavirus, ¿qué pasará
con París dentro de cuatro años? Pienso que debemos primero hacer de Tokio un
éxito. En caso contrario, tendrá un serio impacto sobre París", añadió.
Pero
la opinión pública japonesa parece lejana respecto al tono confiado y optimista
del Comité Olímpico Internacional (COI), los organizadores de Tokio-2020 y los
responsables japoneses.
Un
sondeo publicado el martes por la cadena de televisión pública NHK reveló que
solo 27 por ciento de las personas interrogadas era favorable a la celebración
de los Juegos el año próximo, mientras que 32 por ciento desea su anulación y
31 prefiere un nuevo aplazamiento.
Otras
encuestas de opinión desde julio pusieron todas en evidencia las fuertes
reticencias del público nipón.
"Reencontrar
la esperanza"
Koike
piensa que eso va a cambiar y recuerda la panoplia de medidas anticoronavirus
elaboradas con vistas a los Juegos Olímpicos que deben celebrarse del 23 de
julio al 8 de agosto y a los Juegos Paralímpicos, previstos del 24 de agosto al
5 de septiembre.
"Estoy
convencida de la gente reencontrará la esperanza, una vez que las medidas
contra el coronavirus sean firmemente aplicadas", declaró.
El
reciente lanzamiento de campañas de vacunación en algunos países reforzó la
confianza de los organizadores en la posibilidad de mantener los Juegos de
Tokio en 2021, aunque la vacuna no sea obligatoria para los deportistas o los
espectadores.
Japón
ha tenido hasta ahora al menos 2 mil 600 fallecimientos desde el inicio de la
pandemia, según cifras oficiales. Pero ha habido un fuerte recrudecimiento de
las infecciones.
El
lunes, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, pidió a sus compatriotas que
reconsideren sus proyectos de viajes durante el período de fin de año. Incluso
ordenó la suspensión de un programa de promoción del turismo interior.
El
aplazamiento de los Juegos y la puesta en marcha de medidas contra el
coronavirus han sido una pesadilla logística y un problema a nivel financiero.
A
principios de diciembre, los organizadores de Tokio-2020 anunciaron que los
Juegos costarían 2 mil 550 millones de dólares más de lo previsto (la factura
se elevaba ya a unos 13 mil 360 millones de dólares).
"Los
arrendamientos han sido prolongados un año, por lo que el costo aumenta
inevitablemente", declaró Koike. "Pero lo que no queremos es tener
que elegir entre pagar los costos o dejar caer todo", concluyó.