• El pasado 17 de diciembre, dentro del palacio municipal, a puerta cerrada y violando las normas sanitarias, la alcaldesa Armida Castro reunió a directores de distintas dependencias para manifestar sus buenos deseos por la navidad.
San José del Cabo, Baja California Sur. La tarde del pasado jueves 17 de diciembre, funcionarios de gabinete del XIII Ayuntamiento de Los Cabos se dieron cita al interior del céntrico palacio municipal de San José del Cabo (SJC), atendiendo una invitación que realizara la alcaldesa Armida Castro Guzmán.
El motivo de la cita era llevar a cabo un “brindis” en el que la presidenta municipal daría un mensaje y manifestaría sus buenos deseos por la navidad y fin de año. Un recinto decorado con mesas, sillas, bebidas y aperitivos poco a poco fue recibiendo desde regidores, directores de área, personal administrativo y delegados.
Al paso de una hora, el interior del palacio de gobierno y pasillos fácilmente alojaban a unos 40 invitados, violentando las normas sanitarias ante la pandemia de Covid-19, y, por si fuera poco, aun cuando las mismas autoridades recalcan una y otra vez actuar con responsabilidad en el tema de protocolos de salud y evitar a toda costa reuniones sociales.
Ya una vez violentadas las medidas de salud, las puertas del palacio municipal fueron cerradas bajo instrucciones de no permitir el acceso a personas ajenas al “brindis”, pues se trataba de un evento “privado”.
Unos 10 días después de aquel evento, éste cobraría factura al arrojar los primeros casos de funcionarios contagiados de Covid-19. Este día, en que justamente se cumplen las dos semanas de realizado el “brindis”, se sabe que al menos 5 de los invitados se encuentran infectados, entre ellos dos directores de área, así como personal administrativo, y, de acuerdo con la información obtenida, ya están en resguardo domiciliario.
Resulta evidente que estos casos fueron propagados en esa reunión, y aún hay quienes están a la espera de resultados, toda vez que fueron aplicadas las pruebas respectivas. Como resultado de esta situación, queda claro que no se puede pedir a la población algo de lo que no se es capaz de predicar con el ejemplo, más en tiempos y crisis tan difíciles como la que se vive.