• El gran reto para la alianza partidista y Morena es lograr la unidad y propuestas con verdadera rentabilidad electoral • Construir proyectos realmente competitivos será indispensable para alcanzar la futura victoria electoral • Todo indica que la mayoría de los partidos definirá sus candidatos hasta después de las precampañas de enero
Conforme transcurre el actual
proceso electoral, cada día es más claro que la alianza entre los diversos
partidos como oposición a Morena, está más cerca de concretarse, solo que en
definitiva los procesos internos que cada partido requiere, tendrán que
realizarse primero antes de llegar ante la autoridad electoral hacer la
propuesta coaligada.
Los principales partidos que
se han expresado a favor de esta llamada “Gran Alianza Partidista” son el PAN,
el PRI, PRD, y a nivel local también el PRS y el Partido Humanista.
Está claro que la fuerza
principal, la que llevará el mayor arrastre electoral es la que representa
Acción Nacional, sin embargo, no se podrá desestimar la representatividad
electoral que puedan tener el resto de los organismos políticos.
Obviamente ninguna fuerza
tendrá que ser sobreestimada ni subestimada.
Tendrá que haber mediciones
irrefutables sobre la presencia social y sobre todo de la rentabilidad
electoral que en términos reales representa cada uno de los organismos
políticos.
Prácticamente la mayoría de
los integrantes en la alianza, efectivamente son muy conocidos, pero no por
ello tienen el arrastre electoral que muchos quisieran.
Determinar este aspecto
seguramente será indispensable al momento de decidir en dónde pueden colocar
candidaturas partidos como el PRI o el PRD que no pasan por su mejor momento,
(por cierto, el sol azteca tiene claro que lo más probable es que se enfoque en
contribuir para la construcción de un gobierno coaligado, es decir donde las
posiciones administrativas que pudieran obtenerse luego de proceso electoral,
de alguna manera se compartan).
Pero lo primero será el
demostrar que se cuenta con verdadera convocatoria electoral precisamente para
tratar de ir al proceso electivo con las propuestas más posicionadas. Las que
potencialmente tengan mayor rentabilidad electoral.
Definitivamente no es una
tarea menor la que tienen en puerta todos los partidos que conformarán esta
gran alianza que como objetivo principal tiene el evitar que Morena ratifique
su triunfo en la entidad, justamente por los resultados negativos que a nivel
nacional ha obtenido un gobierno federal emanado de este partido que lejos de
avanzar ha llevado al país a niveles económicos en negativo nunca antes vistos
y a un evidente desdén por las necesidades reales de la población.
Complicado resultará para
Morena salir a la calle a decir que son la mejor opción y más complicado
tendrán el escenario los morenistas si esta mencionada alianza se consolida
luego de que cada uno de los partidos a su interior realicen sus respectivos
procesos de selección de candidatos.
Por su parte, para esta
especie de coalición partidista en la entidad, no será tarea sencilla el
resaltar la coincidencias por encima de las naturales diferencias.
Es definitivo que del
resultado que surja de los procesos internos de cada organismo político quedará
sellado el destino de esta alianza que hasta ahora no parece tener mayores
problemas para concretarse.
Está claro que lo fundamental
en este momento es lograr la unidad en cada uno de los organismos políticos
para luego acudir a la contienda bien claros y compactados en las propuestas
respectivas.
Para Morena opera casi igual
el tema de la unidad en torno a sus respectivas candidaturas, aunque lo más
grave para los morenistas es que los principales agravios son internos y en
algunos casos prácticamente insalvables, aunque también todo se puede
determinar en función de quien resulte candidato… o candidata.
Ya veremos qué sucede por lo
pronto para el 23 de diciembre que se espera queden definidas las
precandidaturas para que en el mes de enero, si es necesario se lleven a cabo
las respectivas precampañas.
Ambas fuerzas, la aliancista y
la morenista, requieren de “cirujanos políticos” que puedan realizar una
operación mayor que conforme candidaturas competitivas sin perder de vista la
indispensable unidad, que como hemos dicho en este espacio, resulta muy complicado
alcanzar.
Por lo pronto la alianza
partidista parece estar por ahora más compacta a pesar de sus diferencias
naturales, mientras que en Morena los agravios internos están llegando al
terreno de lo irreconciliable.
Ya veremos cómo resultan las
cosas en las cinco semanas que aún le quedan a este inolvidable e histórico
2020.