• El Guadalajara separó del plantel a Dieter Villalpando para que solucione un problema legal originado cuando asistió a una fiesta tras ganar el clásico tapatío
La indisciplina –sobre todo de jóvenes futbolistas
que se trastornan al recibir altos sueldos– ocurre no sólo en Chivas, sino
en todo el futbol mexicano, ¡y es más común de lo que trasciende!, señala el
timonel Alfonso Sosa, quien pidió no descartar que el rojiblanco Dieter
Villalpando esté siendo víctima de una extorsión, lo cual no lo exonera de
haber incurrido en una falta al asistir a una fiesta en plena pandemia.
La directiva del Guadalajara
mantiene separados a Villalpando, acusado de acoso sexual, así como a Alexis
Peña, José Juan Gallito Vázquez y Eduardo Chofis López,
quienes asistieron con Dieter a una celebración tras el clásico tapatío,
disputado en la fecha 14, y este lunes no participaron en el entrenamiento del
primer equipo ni de sus filiales, realizados en Verde Valle.
Rafael Lebrija, ex directivo
de Chivas y del Toluca, dijo que los jugadores no saben dónde están
parados, se les olvida que representan a un gran club y no se pueden soslayar
las indisciplinas. La institución está primero. Sacó a colación el caso de
Uriel Antuna y Alexis Vega, captados bebiendo y cantando (en agosto),
entonces hay que poner mano dura, sancionar donde más les duele: en el
bolsillo.
Lo ideal sería que los
futbolistas jóvenes fueran capaces de aprender de los errores ajenos. En el
vestidor se hacen advertencias, pero llega el momento en que cada quien debe
responder de sus actos y rascarse con sus propias uñas. El jugador no visualiza
ni piensa en el riesgo; ahí está el triste caso de Joao Maleck, dijo Alfonso
Sosa, al recordar al ex jugador de Santos Laguna de 21 años, quien tras una
borrachera cometió homicidio culposo.
Para Sosa, “es un tema de
formación, de valores e integridad. La mayoría de los que nos dedicamos a esto
venimos de clase media baja; el jugador de pronto empieza a ganar un sueldo
elevado sin tener la preparación adecuada, la madurez, y lo que debiera ser la
cimentación de un futuro –máxime en una carrera tan corta– terminas
destruyéndola tú mismo. Hace falta concientización.
“No es un mal generalizado en
la liga, pero sí es muy recurrente y no todos los casos salen a la luz. Se debe
hacer algo, los equipos también participan en la formación cuando el jugador es
muy joven, por eso es importante tener un buen entorno familiar y profesional
que los ayude a seguir creciendo. Me han tocado muchas situaciones, uno siempre
trata de ayudar, pero como guía o líder tienes de dos: aconsejar o aplicar
estrictamente reglamentos.
Si el futbolista es capaz de
entender mediante consejos, sugerencias y advertencias, no tienes necesidad de
aplicar el reglamento. Y si fuéramos más constantes en esa labor, quizá no se
acabarían los casos, pero sí disminuirían bastante. Sosa admite que hay
incorregibles: a veces llega el momento en que terminas cansado, no ves
cambios y acabas tirando la toalla.
También destacó que hay
ocasiones en que la gente quiere sacar ventaja, algún beneficio, sobre
todo económico. Hoy en día con tantas redes sociales, celulares que captan todo
en video o fotos, lo mejor es evitar situaciones riesgosas y ser profesional al
ciento por ciento. Aclaro que no estoy en contra de la diversión, pero hay
momentos y etapas, y cuando estás iniciando lo mejor es enfocarte en construir
una carrera sólida.