La Paz, Baja California Sur. A dos años de trabajar en el Instituto Sudcaliforniano de las Mujeres (IMMujeres), su directora, María Amao Verdugo, aseguró que tiene muchos pendientes con las mujeres paceñas, pero igualmente ha trabajado por cambiar la visión institucional de todo el municipio para lograr lo que llamó “una perspectiva institucional de género” en toda la política pública emanada del gobierno municipal.

Entrevistada sobre su balance respecto a su trabajo al frente del instituto en el contexto del segundo informe del alcalde de La Paz, Amao Verdugo indicó que no llegó a inventar el hilo negro, pero sí a trabajar con interés en mejorar las oportunidades de las paceñas.

Sin embargo, además de trabajar hacia afuera, la funcionaria municipal dijo que el trabajo de su instituto también tiene un componente de orientación institucional a nivel interno.

“Tenemos enlaces de género en todas las dependencias, y, ahorita que estamos retomando todas las áreas, físicamente me estoy entrevistando de nuevo con cada una de ellas”, indicó.

El objetivo de esta penetración es lo que ella llamó “una perspectiva institucional de género”, que se ha aplicado al diseño de la política pública que emana del municipio y busca aplicar sensibilidad en el tema de la vulnerabilidad que viven las mujeres para realizar acciones en su beneficio.

Por ejemplo, el programa “papelito habla”, que arrancó recientemente y pretende ofrecer escrituras para miles de personas que requieren certeza en la tenencia de su propiedad por estar en diversas situaciones de riesgo.

“El 51 por ciento de las personas beneficiarias del programa son mujeres”, destacó, algo que explicó se logra gracias a la sensibilidad mostrada por la Dirección de Obras Públicas y Asentamientos Humanos, que, desde el arranque de ese programa, se toma en consideración a las mujeres como beneficiarias del programa.

“Nos dimos cuenta que las mujeres están al frente de sus familias, donde se comprueba que es la razón por la que se vive una condición de desigualdad donde la mujer es madre, cocinera, cuidadora, chofer y en cambio tiene poco acceso a la certeza en su patrimonio”.

La funcionaria municipal dijo que aún con un año en medio de una pandemia, los dos años de trabajo al frente del Instituto Municipal de las Mujeres se ha avanzado enormemente en su consolidación institucional.

Sin embargo, uno de los desafíos que tiene por delante, dijo, es sistematizar el trabajo del instituto. Actualmente, dijo prepararse para contar tanto con un “sistema municipal de igualdad entre hombres y mujeres”, como uno de “no violencia hacia las mujeres”; del segundo emanarán procesos que permitirían darle seguridad a las mujeres violentadas en el municipio, como el establecimiento de refugios para mujeres violentadas y sus familias, un proyecto en el que dijo sí estar avanzando, pero que, de contar con el sistema formalizado, lograría darle más facultades de ley a sus acciones.