Tendencia de casos parece ceder hacia el cierre del año, aun así, más de 200 nuevos pacientes han sido detectados
La Paz, Baja California Sur. El semáforo federal regresó a estar en coincidencia con la alerta estatal de riesgos, ambos muestran esta semana el color amarillo, que representa la antesala hacia la nueva normalidad.
Baja California Sur (BCS) ha registrado un total de 13 mil 727 casos desde el inicio de la pandemia que comenzó hace 8 meses, precisamente el 21 de marzo pasado, cuando se informó del primer caso positivo en la entidad.
De acuerdo con la información que coordina la Secretaría de Salud (SSA), cuyo esfuerzo contra el coronavirus coordina el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Hugo López Gatell, el estado se encuentra en una etapa de “recesión de casos”, lo que permitió disminuir su riesgo “amarillo fase tres”.
Esto se da en coincidencia estatal que determinó mantener el semáforo en esa alerta, ahora las dos autoridades coinciden en que el riesgo retrocede en BCS. Aun así, hay 519 casos activos en la entidad y el estado no ha mostrado menos de 500 casos activos desde la semana 26 de la pandemia.
En BCS han fallecido 519 personas por los efectos del coronavirus, sin embargo, es la entidad con la tasa de mortalidad más baja en el país, con una tasa de 5 fallecimientos por cada 100 mil infectados; en comparación, en el estado de Morelos la tasa de mortalidad es de 17 fallecimientos por cada 100 mil infectados.
El director de epidemiología de la SSA en el estado, Jován Luna Carballo, dijo en su último mensaje a los medios de comunicación, y en presencia del titular de la dependencia, que la recesión de casos se debe principalmente a la adopción comunitaria de las medidas de prevención: se populariza el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y el lavado frecuente de manos.
A tan solo 300 casos de pasar el límite de los 14 mil casos acumulados, la SSA ha realizado 36 mil 95 pruebas, lo que significa que 4.4 por ciento de la población sudcaliforniana ha estado interesada en acudir a realizarse una prueba genética para conocer si acarrea, o no, el virus que provoca COVID-19.