Rubén Muñoz • Tumbos y bandazos
Esos tumbos y bandazos que sabe
dar a la perfección Rubén Muñoz Álvarez, seguirán permeando por los cuatro
puntos cardinales de esta región, e incluso seguramente se habrán de fortalecer
conforme se afiancen los tiempos políticos hacia el 2021. Y solamente porque en
eso, Rubén siempre ha sido un experto.
En efecto, ya lo hizo de nuevo
hace apenas unos días cuando al abrir el abanico de ese extenso mar de
Ilusiones en que acostumbra deambular, dijo que una de sus intenciones es hacer
de esta tierra (Baja California Sur) “La Suiza de América Latina”. Y tal vez lo
hizo pensando en esos vende patrias y dictadores que justamente acostumbran
depositar sus recursos en los bancos suizos. Lo que no deja de ser un mal
augurio para muchos de nosotros si tomamos en cuenta que dentro de sus insanas
intenciones tiene nada menos la de gobernar a los sudcalifornianos.
Pero locas o no, son ideas que
deberemos aceptar de alguien como él, de quien sabemos que la ficción y
la fantasía, se han convertido en fantasmas que rondan constantemente su
cabeza, y que por supuesto –astuto al fin-- no ignora que todo lo
que se haga o se diga dentro de la política, es permisible.
Es por eso que yo he reiterado
hasta la saciedad, que ya insertos en los sueños del desvarío, y ya perdidos en
el delirio, son los actores políticos como Rubén Muñoz quienes envilecen la
política y que son ellos quienes cometen las traiciones y quienes la conducen
por esos obscuros subterfugios para pervertirla.
La realidad es que existen
actores como el caso de Rubén Muñoz, que construyen redes de perversidades y al
final de cuentas se enredan en ellas. Y que en este caso particular es una red
que empezó a tejer justamente hace un año.
Dicho coloquialmente y de otra
manera, ese horrible monstruo que en sus delirios de grandeza construyó Rubén
con sus propias manos, lo hizo con conocimiento de causa, pues sabía
perfectamente a lo qué le tiraba cuando a mediados de octubre de 2019 en un claro
contubernio con Leonel Cota, hizo aquel despido masivo de funcionarias y
funcionarios de la administración municipal que preside. Marcando así un
distanciamiento nada menos que con Víctor Castro Cosió, entonces flamante
delegado de Bienestar.
En ese entonces, a todos causó
extrañeza el proceder de Rubén, cuando sabíamos que este personaje, pese
a todos sus defectos es considerado como un hombre astuto. Y menos cuando
personalmente sabe que en el caso de Víctor Castro Cosío, se trata de un hombre
que ha luchado desde siempre dentro de las filas de la izquierda, en tanto él,
apenas está por tirar el biberón pues todos sabemos en qué cunas se ha mecido.
Efectivamente, todo esto sucedió
por aquellos tiempos cuando apenas acababa de pasar el proceso de
elección de consejeros de Morena, cuando, sin mediar palabras ni medir
consecuencias a futuro, Rubén Muñoz en su calidad de alcalde procedió al
cese fulminante de una parte de su personal administrativo a nivel de
funcionarios.
¿Y saben por qué lo hizo?
Simplemente porque esa gente había dejado en claro que simpatizaba con el
proyecto político futurista de Víctor Castro Cosío. Craso error de Rubén,
cuando lo más inteligente hubiese sido negociar. Pero prefirió escuchar las
recomendaciones de Leonel Cota y actuar en consecuencia topara con lo que
topara.
Esa vez, un total de cinco
mujeres y cuatro hombres simplemente fueron cesados de la administración
municipal. Así de simple, sin recibir una coherente explicación. Y
para el alcalde, ese despido de personal tuvo una exculpación. Aunque sin
sustento y fuera de las formas de la política diciendo que se trataba de: “el
firme objetivo de ofrecerle a la ciudadanía mejores resultados”. ¡Punto!
Pero como toda acción tiene una
reacción, y al ver los errores que cometía este personaje, después vendrían
otros procedimientos, como aquel donde se interpondría una formal solicitud de
expulsión del partido MORENA de Rubén Gregorio Muñoz Álvarez. La cual se
haría nada menos que ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ),
iniciándose así un procedimiento sancionador ante esa instancia de justicia
partidaria interna.
Por cierto que en una parte de
ese documento que obra en mi poder, y en su caso, David Moyrón Quiroz, quien
habría de ser comisionado por sus demás compañeras y compañeros para interponer
la solicitud de expulsión, deja claramente establecido: “los militantes
auténticos del partido MORENA no debemos permitir el atropello de
nuestros derechos, mucho menos el haber llevado al poder a personas que nunca asumieron
con honorabilidad las causas de nuestro movimiento y que solo se sumaron a este
en 2018 para saciar sus intereses personalísimos como es el caso de Rubén Muñoz
y demás socios”.
Luego, en otra parte del
documento se especifica: “confiamos en la Comisión de Honestidad y Justicia del
partido que fundamos y militamos, y en la verticalidad de su presidente Héctor
Díaz-Polanco para recibir un trato justo en esta solicitud y totalmente apegado
a las normas jurídicas que rigen nuestro sistema de partidos”. Y añade:
“nosotros creemos que nos asiste la razón y que además hay pruebas y hechos
notorios del comportamiento totalmente ajeno a los postulados de MORENA del
alcalde Rubén Gregorio Muñoz Álvarez”.
Luego entonces, a estas alturas,
Muñoz Álvarez debe tener dificultad para ver la luz al otro lado de ese oscuro
túnel donde se ha metido, y al parecer no le queda más remedio que decirse
respetuoso de quienes exigen su expulsión, respecto a lo cual astutamente
dijo:: “están ejerciendo un derecho que tienen los compañeros, para mí es muy
respetable, son diferencias que van al orden de los políticos y tenemos que
dejarlos”.
Así las cosas, por lo
pronto he de reiterar que la papa que Rubén Gregorio Muñoz Álvarez trae entre
sus manos está muy caliente.
Y tomando en cuenta que
hasta el momento no se sabe de las consecuencias que podría traer dicho
documento, ya veremos si aguanta esa papa en sus manos.
Cuestión de tiempo