• El poeta de origen judío rumano escribió en la lengua de los asesinos de sus padres y la volvió música y arte
CIUDAD DE MÉXICO.
Es un exiliado de toda su vida que escribió en
alemán, a pesar de ser un idioma doloroso para él”, comenta el doctor en Letras
Stefan Beyer sobre el poeta germano de origen judío rumano Paul Celan
(1920-1970), considerado el más grande lírico en alemán de la segunda
posguerra, de quien mañana se conmemora el centenario de su natalicio.
Nace en lo que hoy es Ucrania, antes Rumania, que
pertenecía al imperio austrohúngaro. Ahí creció ese joven muy lejos de
Alemania, pero en un ambiente muy alemán, extremadamente culto. Se nutrió de
todos los clásicos de las letras alemanas. De joven empezó a escribir poesía”,
narra en entrevista.
En eso le llega la catástrofe del Holocausto.
Asesinan a sus padres en un campo de exterminio. Después, el joven de 20 años
descubre que ni siquiera hay tumbas para llorar la muerte de sus progenitores.
Va al campo y busca el lugar donde los mataron y empieza a trabajar esta
catástrofe en forma de poesía”, agrega.
El egresado de la Universidad Técnica de
Berlín dice que fue en ese momento que Celan se dio cuenta que el
idioma que usaba para su poesía, el alemán, era la lengua de los asesinos. “Hay
una tragedia doble: la pérdida personal y el trauma del asesinato, y el hecho
de que la única forma de trabajarlo es poner en duda, en tela de juicio, su
herramienta de trabajo, la lengua con la que creció.
En su poesía constantemente se hace la pregunta
¿puedo decir esto?, ¿de esta forma? Cuestiona todo, investiga cada palabra, la
mira y la escucha. Es como una deconstrucción del idioma, muy productiva,
artística. El recuerdo y el trauma de lo que pasó renace en el momento de usar
el alemán. Todo esto lo va destruyendo”.
El también traductor añade que el autor de La arena de las urnas (1948) y Soles de hilo (1968) no pudo vivir en su ciudad natal.
“Su primer encuentro con Alemania, cuando pasa por Berlín como estudiante, fue
el 9 de noviembre de 1938, cuando los nazis quemaron las sinagogas. Nunca vivió
en Alemania, ahí publicó su poesía e impartió conferencias, pero se radicó en
París”.
Destaca que, a partir de todo
este conflicto, crea una obra difícil, llena de alusiones a sucesos biográficos
nada fáciles de entender. “Es una poesía rica en expresiones muy rebuscadas, en
términos especializados, casi obsoletos. Alude a numerosos poetas alemanes
hasta del siglo XVIII. La tradición poética alemana suena en su obra”.
El profesor, que vive entre la
Ciudad de México y Berlín, admite que Celan “es un poeta famoso, pero no del
gran público. Se necesita una edición de calidad de su obra con anotaciones,
explicaciones. Pero no cabe duda de que era el maestro del sonido, de la
melodía, del arte del idioma, de la poesía”.
Amapola y memoria incluye el poema más famoso del bardo, Todesfuge (Muerte en fuga o Fuga de la muerte),
una descripción del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau que calca la
estructura musical de la fuga.
En total, su obra lírica,
compuesta entre 1938 y 1970, abarca unos 800 poemas. Celan se suicidó
arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau (París), en la noche del 19-20
de abril de 1970.
Para Emma Julieta Barreiro,
doctora en Letras por la UNAM, se pueden detectar diversas fases en la obra del
autor de La
rosa de nadie (1963) y Giro de aliento (1967) . “Antes del asesinato de
sus padres escribió una poesía más expresionista y hasta romántica, muy lírica
y ligera; con unas imágenes de mucha ternura, suavidad y color. Después de la
guerra cambia el tono, su poesía se va haciendo muy compleja conforme avanza su
depresión. Es difícil acercarse”, señala.
Quien obtuvo un posgrado en
investigación por la Universidad de Edimburgo, en Escocia, afirma que
en México existen pocos estudios sobre la obra de Celan y a los que hay les
falta difusión. “Hice un primer sondeo en las hemerotecas, en periódicos,
revistas y catálogos de la UNAM y El Colegio de México. Encontré poco”.
Pero piensa que la recepción de
la obra celanista entre los creadores mexicanos es buena y cita como
ejemplo a poetas como Elsa Cross, Javier Sicilia y Pura López Colomé, quienes
participarán en el homenaje que el INBA hará al poeta el 30 de noviembre a
través de sus redes sociales.