• Una jueza le concedió tiempo para que el ex gobernador de Chihuahua responda una carta diplomática como sustento al pedido de extradición
Ciudad de México
Una
jueza federal accedió el jueves a la petición del ex gobernador mexicano César
Duarte y le concedió tiempo para que responda una carta diplomática
presentada a último momento como sustento al pedido de extradición a su
país, donde enfrenta múltiples acusaciones de corrupción.
La
jueza Lauren Fleischer Louis fijó una nueva audiencia para el 18 de noviembre
en la que el ex gobernador podrá responder la misiva en la que la el gobierno
de México asegura que su extradición está justificada y que ya ha cumplido
con todos los requisitos tras haber presentado la solicitud a fines de
2019.
La
carta fue presentada por la fiscalía un día antes de una audiencia del jueves,
en la que originalmente estaba previsto que se abordara un pedido de
Duarte para que sea desechada la extradición. La audiencia final de
extradición ha sido fijada para el 14 de enero, pero mientras tanto Duarte
intenta que la jueza descarte su repatriación.
“Hay
tantas preguntas para los dos”, dijo la magistrada poco después postergar la
discusión de la extradición por una semana.
La
audiencia de cerca de media hora se realizó de manera telefónica debido a
las restricciones que existen en los tribunales por la pandemia del
coronavirus. Estuvieron conectados la jueza, los fiscales y la defensa.
Duarte llamó desde la prisión en la que está detenido desde julio. El ex
gobernador de Chihuahua entre 2010 y 2016 no habló.
Su
abogado Henry Bell le dijo a la jueza que no habían tenido tiempo de prepararse
para responder a la carta diplomática presentada por la fiscalía la
víspera, que fue feriado en Estados Unidos. “Es injusto para el señor
Duarte tener que enfrentar nuevas evidencias y argumentos en su contra el
día antes de la audiencia”, expresó Bell.
Duarte
fue gobernador por el Partido Revolucionario Institucional en el estado
fronterizo con Texas. En su país, de donde salió a fines de 2016, está
acusado de peculado y asociación delictuosa para malversar millones de
dólares de fondos públicos.
Vive
en Estados Unidos desde 2016 y en Miami, donde fue detenido en julio, desde
2017. El exgobernador, que ha pedido asilo en Estados Unidos, rechaza las
acusaciones y asegura que tienen motivaciones políticas.
La
carta diplomática de la embajada de México en Washington que presentó como
prueba la fiscalía señala que los argumentos de la extradición están
sustentados. Recuerda asimismo que el delito de peculado que enfrenta
Duarte es un delito continuado y que no ha prescrito.
“Desde
la realización de la primera conducta tuvo la intención de llevar adelante
actos futuros para realizar un único esquema criminal, alcanzando el
propósito de desviar recursos públicos mediante operaciones fraudulentas”
del mismo tipo durante un período prolongado, indicó el gobierno de México
en la carta fechada el 10 de noviembre.
La
carta enviada al Departamento de Estado explica que en México es requerida la
presencia física de los acusados para que enfrenten procesos judiciales
penales.
La
defensa de Duarte ha objetado las cartas diplomáticas presentadas como
pruebas alegando que no tienen firma, pero el gobierno mexicano explicó
que como son transmitidas por canales diplomáticos no requieren de firma.