• Y en este día de los muertos ¿qué hicimos? ¿qué llevamos? ¿qué meditamos?... • No olvidarlos, y sí recordarlos, honrarlos, evocar a nuestros seres queridos
En este atípico “Día de
muertos” del presente 2 de noviembre, en cientos de años no se había “vivido”
así, con muchas obligadas ausencias de los vivos para con sus muertos,
ausencias físicas o personales en los restos mortales de sus seres queridos
enterrados en los panteones sobre todo y muchos miles más en fosas
clandestinas, incluyendo desaparecidos; sí, todos son sólo esqueletos y/o
calaveras, inertes, que no oyen ni miran, que no se pueden ya acariciar ni
siquiera con un beso en la mejilla aunque vayas al panteón; ni sienten, ni
quieren (de querencia) ni odian, que su alma-que solamente el ser humano la
posee en vida y muerte, la misma alma por siempre-; este ausente eterno ya no
está aquí ya “vive” en el paraíso de la eternidad o en el limbo o, uuy, épale,
en el infierno a donde se van los muy muuy malos, perversos, des-almados, no
como usted y yo que no lo somos, digo, sino esos que los vemos y hasta oímos
aquí en la tierra, en nuestras vidas, sobre todo porque en el existir de estos
es hacer siempre mucho daño a los semejantes: lastimar, torturar, asesinar,
¿que Dios perdona todo?, mmm…
Así en correlación, les
comento este pasajito de cuando oí a alguien por TV este sábado comentarle a la
conductora: “Bueno, ¿Por qué hasta ahora día de los muertos protestan porque no
les dan la suficiente libertad para ir a ver a sus muertos, que les cierran las
entradas, que “necesitan ver a sus seres queridos” y yo digo-continuó-pero
entonces por qué esa demostración no la hicieron en vida, (los que así sea),
sí, en vida, que no les demostraron cariño, comprensión, apoyo, protección;
sino que en lugar de eso los maltrataron, los ignoraron, abusaron, a esos “sus
seres queridos”…, qué los hay eh?.
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ASÍ, NO
OLVIDARLOS, Y SÍ RECORDARLOS, HONRARLOS, AL EVOCAR A NUESTROS SERES QUERIDOS
Sin embargo de mi parte diría
que lo que sí debemos (aunque no les hayamos cumplido lo suficiente en vida a
nuestros seres queridos)-arrepentidos quizá-ES NO OLVIDARLOS, que a nuestra
manera venerarlos en estos días, recordarlos, honrarlos, con evocaciones, alma
y pensamiento, y BUSCAR SU ALMA con oraciones, con nuestra pensamiento y
espíritu, (Y como diría Paco Stanley: “Los muertos no mueren del todo, sólo
hasta que los entierra el olvido”). Sí, entiendo, si usted recuerda todavía al
abuelo, al bisabuelo, bien, no han muerto, pero al tatarabuelo ni sabemos
qué…él sí, ya se perdió…
Así entonces “honrar la
memoria de los seres queridos que ya murieron y, además, pensar que ese día nos
visitan”, no sólo pues a su esqueleto, repito; y si es necesario pedirles
espiritual perdón…y si no, vanagloriarnos de que estén con Dios (claro, esto
sólo para los creyentes y CON FE), que para l@s no creyentes, de mis respetos,
pues que piensen esto sólo metafóricamente, y espiritualidad.
Por otro lado, ir a visitar
sus tumbas en donde estén, sí, pero no aglomerados y sin protección, en
cualquier fecha o cumple (menos este día 2) es muy dable y de libertad, bonito
y sentimental, familiar, con amor eterno, no sólo de algarabías, francachelas y
bailongos en montón alrededor de sus tumbas, máxime en estos tiempos que traen
la muerte pandémica a muchos seres humanos; porque resulta que ahora sí que ya
muerto el abuelo, el padre o madre, el hermano/a, “el amigo de verdad”, quieren
ir a llevarle flores a sus tumbas, incluso ahora en plena pandemia que
contagia, que mata y sin cubrebocas, en reto abierto a violar las tan
necesarias medidas ya conocidas.
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EN VIDA
HERMANO, EN VIDA, HOMENAJES VÍVIDOS Y VIVIDOS EN VIDA, CON REAL SENTIMIENTO
Coloco este subtitular “En
vida…” (de un libro de María Rabaté) por lo dicho en parte líneas arriba,
aunque es bueno seguir tradiciones como el colocar los altares y las ofrendas;
así y por eso un gran número de personas visitaban hasta antes del Covid el
cementerio a arreglar las tumbas y asistían a la iglesia, bien.
Pero hoy desgraciadamente
estas actividades tradicionales ponen un alto riesgo de contraer el Virus.
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SÍ, LAS
TRADICIONES SON MUY RESPETABLES Y LAS CREENCIAS, PERO…CON MEDIDAS
Y sí, pues hay alternativas;
veamos esto: hay varias formas más seguras de celebrar el Día de los Muertos,
por ejemplo, preparar recetas familiares tradicionales para familiares y
vecinos, especialmente aquellos con mayor riesgo de enfermedad grave por
COVID-19, y entregarlas de una manera que no implique el contacto con otras
personas. También reproducir música en su hogar que disfrutaron sus seres
queridos fallecidos; armar un altar para los difuntos; unirse a una celebración
virtual de reunión. * Y es que, veamos tan sólo este panorama reciente: Las celebraciones
de octubre (Halloween) y noviembre de este año se debieron ver distintas. Verán
por qué. Octubre terminó con más de 1 millón de muertes por coronavirus en el
mundo, y EE.UU. llegó a un récord de nuevos casos desde que comenzó la
pandemia; y en México casi un millón de contagiados y cerca de los 100 mil
fallecidos. Órale.
·
HORARIO.-CUANDO
LLEGA EL ÚLTIMO VIAJE, A VECES SIN AVISAR, NOMÁS LLEGA Y VÁMONOOS…
Algunos fragmentos
significativos en alusión a la muerte, o sea…EL ÚLTIMO VIAJE, en cuasi paráfrasis.
El último viaje, llega sin
avisarnos, sin prepararnos, sin decidirlo. Y a veces, no nos permite ni
despedirnos, y nos vamos sin un adiós sin un abrazo, sin un te amo, sin un
perdóname. Mientras vivimos, realizamos tantos viajes y hacemos tantos planes,
pero nunca pensamos en éste viaje...que llega cuando menos lo esperamos y como
un ladrón nos transporta a otro plano.
Es como un rapto que deja una
estela de dolor y llanto, es inexplicable y lleno de asombro, cuesta creerlo
porque parece una mentira, y es una lucha para los nuestros poder aceptarlo
porque duele tanto, que hasta respirar se hace difícil. Nunca pensamos que en
cualquier instante podemos perder la vida y la desperdiciamos corriendo tras
muchas cosas, acumulando bienes y apegándonos a todo, cuando sabemos que nada
nos llevaremos. A veces, salimos de casa dando un portazo sin pensar que
quizás, ese sea nuestro último adiós y será el último recuerdo que dejaremos.
Pero así, es como vivimos...a veces.
Ver morir a tanta gente a mi
alrededor, me ha hecho reflexionar sobre este tema y al observar mi vida, puedo
ver que mi vida es sólo un eco lejano, que se ha ido gastando y sólo es un
cuarto lo que me queda, pero cómo puedo saberlo? (Hasta aquí este fragmento es
de autor anónimo). Ahora voy yo:
Pero a veces ese tren sí nos
avisa que se va a detener y nos llevará con o sin boleto, que nos preparemos o
retardemos su llegada si todavía no queremos irnos. Que el ser querido o de
amistad “sólo se nos adelantó”, o que “yo viviré hasta que Dios quiera”,
mmm…Porque acuérdense que dice la religión, ”Ayúdate que yo te ayudaré” (Dios),
si no, pos no; si no te cuidas, si no pones de tu parte, si retas a las
enfermedades nomás que porque “hasta que Dios quiera me voy”, mmm…como que no
verdad?. * CERRARÉ ESTA ENTREGA LUCTUOSA, con la rima LXXIII del poeta Alemán,
Gustavo Adolfo Bécquer. (sólo parte del inicio). Cerraron sus ojos que aún
tenía abiertos/ taparon su cara con un blanco lienzo/ y unos sollozando, otros
en silencio, de la triste alcoba todos se salieron. La luz que en un vaso ardía
en el suelo, al muro arrojaba la sombra del lecho; y entre aquella sombra
veíase a intervalos dibujarse rígida la forma del cuerpo/. Despertaba el día,
y, a su albor primero, con sus mil ruidos despertaba el pueblo. Ante aquel
contraste de vida y misterio, de luz y tinieblas, yo pensé un momento: ¡DIOS
MÍO, QUÉ SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS!
*Sin más, y visiten a sus
muertos por su día, pero en otras fechas…Buenos días.