• Con la beca del Fonca, la fotógrafa explorará Santa Rosalía, con su cámara a partir de una historia familiar
CIUDAD DE MÉXICO.
En Santa Rosalía,
Baja California Sur, un pequeño pueblo que aún conserva sus casas de madera al
estilo francés y una iglesia diseñada por Gustave Eiffel, ubicado en la parte
central de la península, entre el desierto y el mar de Cortés, nació y vivió su
infancia Rodolfo Percevault Ceseña, el abuelo de la fotógrafa Yvonne Venegas
Percevault (1970).
Pero en este villorio
paradisiaco, donde en 1885 se fundó la compañía francesa explotadora de cobre
El Boleo, también murió la mayoría de la familia de Rodolfo Percevault, cuando
él tenía 14 años, debido a una tromba que azotó la región; sólo se salvaron él
y un hermano de 12 años. Tras el accidente, Rodolfo abandonó el pueblo para
nunca más regresar.
Mi tatarabuelo era un sacerdote
francés que llegó a Santa Rosalía y terminó casándose con una mujer yaqui; ahí
se instaló y tuvo a sus hijos y a sus nietos. Pero mi familia y yo sabemos muy
poco de este pasado”, narra Yvonne Venegas en entrevista.
Investigar, revisar archivos,
recorrer los lugares y charlar con la gente, pero, sobre todo, fotografiar
todo, personas y paisajes, es el proyecto que la artista de la lente tijuanense
propuso al Fonca, por el que obtuvo una beca del Sistema Nacional de Creadores
de Arte 2020, en la categoría de Fotografía, por los próximos tres años.
Es una propuesta más sociológica.
Mi idea es trabajar sobre el lugar y las personas, filtrado por mi historia
familiar. También es una investigación alrededor del mar de Cortés; pero me he
basado en mi historia familiar, porque ahí nació mi abuelo y murió toda su
familia”, explica.
La egresada del International
Center of Photography en Nueva York, quien vive en la Ciudad de México desde
hace una década, detalla que su tatarabuelo llegó a Colorado (Estados Unidos) y
fue bajando hasta llegar a Guaymas (Sonora), donde la compañía tenía sus
oficinas centrales.
Como buen francés, le gustaba
mucho el baile, la canción y el vino. Se sabe que tuvo que salir de Guaymas por
problemas y me imagino que fue porque se llevó a una mujer”, detalla.
Dice que cómo llegó el
tatarabuelo a Santa Rosalía es un misterio que desea averiguar. “También es
interesante el proyecto de colonización de Porfirio Díaz, que rentó ese pueblo
a empresarios franceses para su explotación y dicen que se empezó con cien reos
yaquis”.
La maestra en Artes Visuales por
la Universidad
de California, en San Diego, cuenta que la historia familiar se
detuvo en ese espacio porque su abuelo Rodolfo nunca quiso contarla a sus
hijos, porque quedó muy afectado.
Hay una historia local que afirma
que mi bisabuelo no se puso a salvo cuando la tromba porque estaba borracho,
que estaba en su casa y no quiso salir, y que casi casi dejó que sus hijos
murieran. Pero mi abuelo recordaba que él estaba agarrado de un árbol y su papá
le iba llevando a sus hermanos, que le dejó al de 12 años y le dijo que
esperara ahí, pero ya no regresó. Es una historia muy fuerte”, indica.
Me interesa usar ese lugar como
eje, porque es un entrelazado de que ahí vivió mi familia y la sangre yaqui”,
agrega la hermana gemela de la cantante Julieta Venegas.
NI MIEDO NI ZOZOBRA
Yvonne Venegas confiesa que no
conoce Santa Rosalía, cabecera del municipio de Mulegé, y que está emocionada
“porque al mismo tiempo es descubrir mi historia familiar y recorrer el mar de
Cortés y el desierto”.
Dice que hará el proyecto “muy en
mi estilo fotográfico, pero incursionando un poco más en el paisaje, la
geografía, la biosfera. Profundizar en esas ideas y el lugar”.
Añade que es la primera vez que
trabajará con el formato digital y el análogo.
Pienso que las imágenes sean en
color. Quiero ver mapas de la época, hacer trazos de movimiento de la gente, es
un trabajo que combina todas mis prácticas”.
Otra zona que desea visitar,
además de Santa Rosalía, Mulegé y Guaymas, es el puerto de San Felipe (Baja
California), pues cerca de aquí está la Laguna Percevault.
Al parecer, uno de los tíos de mi
abuelo tenía una relación con el dueño de esa laguna. Quiero saber lo que la
gente sabe ahora”, apunta.
Venegas no duda que el Fonca
(hoy Sistema
de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales), uno de los
109 fideicomisos que están en riesgo de desaparecer, cuya eliminación ya se
aprobó en la Cámara de Diputados y ahora se revisa en la de Senadores, cumpla
con el contrato de su beca.
Realmente, uno debe tener fe en
que los proyectos se hacen. Creo mucho en el Fonca, porque me ha apoyado en
otra ocasión, en Jóvenes Creadores. El ruido y la publicidad negativa que se le
hace me parece injusto. Tal vez los proyectos apoyados en el arte no han tenido
tanta visibilidad, pero es que el arte no es algo masivo.
No
me quiero dejar llevar ni por miedo ni por la incertidumbre. El covid-19 ha
traído esta moda. Quiero creer que el país en el que vivimos apoya al arte. El
Fonca lo ha logrado hasta ahora”, considera.