“Las juventudes sudcalifornianas de pueblos originarios viven con una identidad problemática”: Académica
La Paz Baja California Sur. Contrario a la forma en que muchos se expresan, hay indígenas nacidos en Baja California Sur (BCS), cuyas familias llegaron hace ya generaciones buscando una oportunidad y, a pesar de ello, siguen siendo considerados “migrantes”. En la lucha por reivindicar su origen sudcaliforniano, al mismo tiempo, estas comunidades buscan conservar su identidad y sus raíces contra la continua discriminación y la exclusión que viven en la tierra que les da sustento y futuro.
“Llegué al estado cuando tenía diez años, desde entonces sólo hablaba la forma del mixteco que me enseñaron mis padres, porque hay 80 formas diferentes de hablarlo, yo hablo una de ellas de nacimiento. Después de 30 años de crecer aquí ya tengo una maestría en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Baja California Sur y doy clases de mixteco para los futuros profesores del estado en la Escuela Normal Superior: me considero sudcaliforniana y soy mixteca”.
De esa manera breve, reseñó su historia la maestra Estela Andrea López Ortiz, entrevistada por Diario El Independiente sobre la cuestión indígena en Baja California Sur (BCS).
La académica dijo haber vivido la mayor parte de su infancia en el Ejido Juan Domínguez Cota. Aun así, y como muchos de los integrantes de los pueblos originarios que viven aquí, dijo vivir exclusión y discriminación en el estado que llama su tierra.
“Mi investigación de la maestría estudia eso precisamente”, recordó. Sus estudios en ciencias sociales culminaron con la publicación de una tesis que relata los procesos de desintegración de la identidad en su comunidad, que llamó “de origen”: Juan Domínguez Cota, un espacio históricamente segregado de la delegación de Los Planes, donde regresó a estudiar la forma en que los jóvenes, que son la primera generación de sudcalifornianos en familias originarias de Oaxaca, de habla mixteca, expresan su relación con la lengua materna para describir los procesos de conformación de su identidad.
“Uno de los puntos críticos que ubiqué en mi trabajo de campo fue ubicar jóvenes nacidos aquí y que sus padres vienen de pueblos originarios”, dijo la maestra López Ortiz, agregando que encontró que los jóvenes, al ser entrevistados en mixteco, podían entender su lengua aun cuando decían sólo hablar español.
“Hay jóvenes que no tienen esa conexión como tal con su cultura, porque sus padres restaron importancia a la lengua originaria para no sentirse excluidos”, expresó, al decir que esto provoca una “distorsión de la información” que sienten los hijos para identificarse como indígenas.
Aun así, confirmó que entre estas comunidades sí los hay quienes se dicen sudcalifornianos y se dicen indígenas. “Existen grupos y sociedades, algunas constituidas legalmente, que participan en reuniones sobre la cuestión indígena, y aunque no hay pueblos originarios como los pericúes o los guaycuras, estos grupos ya no nos manifestamos como migrantes […] A veces usamos el término de oaxacaliforniano”, confesó, para hablar entre ellos “del arraigo que tenemos por esos espacios, esas dos pieles, porque no podemos aislarnos y dejar de ser parte de la sociedad sudcaliforniana”.
“El Estado ya ha tenido un análisis de nuestro trabajo, donde, por ejemplo, la SEP reconoce que hay población indígena y se necesita una forma de educación desde su cosmovisión, desde su forma de ser y su forma de pensar. Hace 10 años no se reconocía la población indígena, solo éramos población vulnerable”, comparó, al reconocer que en el estado sí se está avanzando en este sentido.
Ante la oportunidad que abren acciones afirmativas aprobadas por la autoridad electoral recientemente, que obligan a los partidos políticos a designar candidatos que se autodenominan indígenas en sus fórmulas para proponer candidatos a elección popular, la académica dijo que es un paso más hacia la inclusión.
“Nos llaman minoría cuando en realidad somos hasta 18 millones en todo México. Hay datos que dicen que somos más. Pero sigue la distorsión de la información por parte de quienes levantan la mano, hay una población en olvido, que puede verse mal representada por intereses políticos, hay información muy polarizada, muy mal manejada, por eso hay que cuidar la parte de los personajes que lleguen a postularse”, aun cuando se digan de origen indígena o no, consideró.