• El director artístico lanza su más reciente libro y espera obtener su reinstalación como académico en la Facultad de Música de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO.- Han
pasado 30
meses desde que el compositor y director de orquesta Sergio I. Cárdenas Tamez (Tamaulipas,
1951) interpuso una demanda contra la Facultad de Música (FaM) de la UNAM,
luego de que fuera “separado injustificadamente de su plaza definitiva y de la
tutela artística de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía” en dicha
institución académica, aunque la llevara a su máximo nivel en Bellas Artes y
Berlín.
En charla, el compositor también
habla de la reciente publicación de su libro La propia manera de oír el
mundo, donde recupera sus experiencias con
Sergiu Celibidache y Herbert von Karajan.
Y comparte detalles de la demanda
contra la UNAM que tramitó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje,
donde espera que la autoridad resuelva a su favor, “dado que no hay pruebas que
soporten los señalamientos de la FaM”.
En su denuncia, argumenta que la
UNAM violentó varias leyes, desde la Federal del Trabajo, la de Procedimientos
Administrativos, y hasta la legislación universitaria y el Estatuto del
Personal Académico de la UNAM, entre otras.
¿Cómo es posible que esto
lo permita la UNAM?, cuestiona Cárdenas Tamez, uno de los artistas más
importantes de México, quien ha sido reconocido en Europa como la única batuta
nacional que presidió orquestas como la Sinfónica de Hof (Alemania), la de
Música del Mozarteum (Salzburgo) y la Sinfónica de El Cairo.
Pues sí lo ha permitido y, aunque
le he escrito varias veces al rector Enrique Graue Wiechers, su respuesta es
que lo lamenta y que turna el caso al Consejo Técnico de la FaM, a través de
María Teresa Frenk, quien no volvió a presentar el caso y presume ser amiga del
rector”.
Por su parte, la defensa señala
que el músico agredió físicamente al también académico Samuel Pascoe, quien
ahora ocupa la titularidad de la Estanislao Mejía, y de haber puesto en riesgo
la integridad de la FaM, para lo cual aportaron una lista de testigos.
Sin embargo, no han probado nada,
ni siquiera antes de que rescindieran mi relación laboral, cuando hicieron una
investigación administrativa infundada” (Excélsior 14/12/2017 y 08/01/2018), recuerda.
El también compositor detalla que
la próxima audiencia será clave y está programada para el 10 de noviembre,
donde Pascoe deberá acreditar la supuesta agresión.
¿Qué tanto ha afectado la
pandemia a su caso?, se le pregunta. “Ha retrasado el proceso, porque se
cerraron las instancias y después abrieron a cuentagotas, pero buscamos que nos
programaran la audiencia pendiente”.
¿Qué sucedió en la pasada
audiencia del 23 de octubre? “La persona encargada de entregar los citatorios
no lo hizo y eso postergó la audiencia”.
¿Qué espera después del 10 de
noviembre? “El abogado me dice que la UNAM utiliza la estrategia de meter el
caso a un túnel
del tiempo, y, como la autoridad registra exceso de trabajo, abona
en ese terreno”.
¿Mantendrá la misma posición
hasta el final? “Sí, seguiré hasta final, porque mi dignidad ha sido pisoteada,
casi como si fuera un delincuente, por parte de una institución que se precia
de ser la más importante en la academia, la investigación y la cultura en el
país”.
No estoy dispuesto a aceptar eso.
Voy a exigir que se me respete y espero la pronta restitución total de mis
derechos en la UNAM”.
¿Volvería a la UNAM? “Sí, quiero
que se me permita regresar a la cátedra, donde he sido feliz, porque puedo
aportar muchísimo a las generaciones jóvenes que, de otra manera, no tienen
posibilidad de una formación profesional como la que he estado brindando en
estos casi 15 años. Para mí, es una lucha a fondo, hasta el final en este
contexto”.
Por último, Cárdenas Tamez habla
sobre La
propia manera de oír el mundo, el volumen con 41 ensayos en torno
al mundo de la música, publicado en Amazon y que será presentado en noviembre.
Este libro incluye textos con un
énfasis especial en la música de Bruckner, Brahms y de Manuel Enríquez”,
explica.
También aborda su trabajo cuando
fue director artístico del Festival Internacional de Tamaulipas y la
importancia de notar que la música debe ser vista como una lengua materna y no
como una lengua extranjera.
Además, contiene textos con un
carácter más autobiográfico, donde recupera algunas de sus vivencias con
el director rumano Sergiu Celibidache y el alemán Herbert von Karajan.
Hay algunas vivencias. Por
ejemplo, de mi encuentro con ese gurú y genio de la música que fue Celibidache.
Puedo decirle que cuando tuve oportunidad de conocerlo ya tenía dos años como
director de la Sinfónica de la Escuela Superior de Música de Salzburgo, del
Mozarteum, pero fue como conocer la luz”, comentó.
¿Y en el caso de von Karajan?
“Descubrí a un genio total. Era una persona chaparrita que con el mínimo de
movimiento tenía las producciones sonoras más espectaculares que conocí hasta
ese momento. Además, tenía el control absoluto de una orquesta gigantesca como
la Filarmónica de Berlín”.
Además, él tenía la capacidad de
dirigir la orquesta y más de 350 personas en el escenario. Era una cosa
apabullante, porque en el primer ensayo que lo vi, sujetaba un micrófono en la
mano izquierda y la batuta en la derecha y de pronto le decía a los técnicos
que la luz 50 estaba desfasada tres metros o que las trompetas iban atrasadas
dos compases”.
A partir de ese momento, y durante los seis años que viví
en Salzburgo, nunca me perdí sus ensayos ni sus conciertos con la sinfónica de
Berlín y la de Viena”, dice.
¿Qué enseñanza le dejó von
Karajan? “Que uno de los retos del director es que nunca se debe obstaculizar a
la orquesta o al cantante cuando se toca”, concluye.