El director de la película Chicago prepara la que será la versión action live de La sirenita
CIUDAD DE MÉXICO.
El nombre de Rob Marshall está bordado en la historia del cine y del teatro musical desde la década de 1980, cuando fue uno de los ejecutantes de Cats, en el Winter Garden Theatre. Desde entonces, ha sido coreógrafo y director de los títulos musicales más destacados para los espectadores en ambas plataformas.
A sus hoy 60 años de edad, Marshall tiene en la bolsa seis nominaciones al premio Tony, una al Oscar, una al Globo de Oro y dos premios Emmy, además de una película musical en pausa, en versión live action, basada en una animación de Disney: La sirenita, protagonizada por Halle Bailey y Jonah Hauer-King, que ha tenido como controversia la elección de la actriz de piel negra en el personaje de Ariel, que contrasta con el retrato animado de 1989, de tez blanca
y pelirroja.
En 2019, Marshall aclaró en medio de la polémica que tras una amplia búsqueda, “Halle posee la rara combinación de espíritu, corazón, juventud, inocencia y sustancia, además de una voz gloriosa, que son cualidades intrínsecas y necesarias para interpretar a este personaje icónico”, según El País.
Lo único que ha detenido al director para continuar el rodaje, sin fecha prevista de estreno, más que las opiniones acerca del estereotipo de La sirenita, ha sido la pandemia ante el covid-19 y el distanciamiento social.
Mientras está a la espera, el compositor de la música de la película, Alan Menken, reveló a The Rosie O’Donnell Show en marzo pasado, que La sirenita tendría cuatro nuevas canciones, además de versiones nuevas de Bajo el mar, Bésala y Parte de él.
Con esta cinta que se avecina, Marshall acumula un sello musical más en su trayectoria de casi 40 años.
Rob Marshall nació el 17 de octubre de 1960 en Madison, Wisconsin y su debut fue en la televisión con la adaptación del musical Annie.
En su catálogo cuentan películas para televisión de las que fue coreógrafo Víctor/Victoria (1995) —cuyo trabajo también realizó en teatro—, Mrs. Santa Claus (1996) y Cinderella (1997) —en la que la cantante negra Brandy Norwood fue Cenicienta.
A éstas siguió uno de sus filmes clásicos: Chicago (2002), musical cinematográfico con la que tiene su primera dirección en la pantalla grande, con Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones y Richard Gere como protagonistas.
Fue esta historia la que sembró en Marshall la semilla de su vocación, pues pudo ver el montaje en Broadway cuando era muy joven y logró, años más tarde, liderarlo en la pantalla grande y ser nominado al Oscar como Mejor director en 2002. La cinta fue la Mejor Película en estos galardones ese año, entre otras categorías ganadas.
Una vez revelada su faceta de director, Marshall continuó con Memorias de una geisha (2005), con Ziyi Zhang, Ken Watanabe y Michelle Yeoh —ganadora de Mejor Dirección de Arte, Fotografía y Vestuario en los Oscar 2006—; Nine (2009), con Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard y Penélope Cruz; Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas (2011), con Johnny Depp y Penélope Cruz; En el bosque (2014), con Meryl Streep, Chris Pine, James Corden, Emily Blunt y Anna Kendrick; y El regreso de Mary Poppins (2018), nuevamente con Emily Blunt.
En teatro cuentan créditos como El beso de la mujer araña (1987), Company (1995) y Cabaret (versiones 1998 y 2014), entre otras, que suman hasta 15 créditos.