Ambientalistas denuncian la muerte por posible envenenamiento de cientos de animales marinos en la península rusa de Kamchatka
MOSCÚ.
La muerte en los últimos días, por causas aún desconocidas, cientos de focas, pulpos, erizos de mar y otros animales hace temer por un "desastre ecológico" en la costa de la remota península rusa de Kamchatka, en el extremo oriente del país.
Se ha producido un desastre ecológico en Kamchatka", señaló la ONG Greenpeace.
El incidente ocurrió en la zona de la playa de Jalatyr -un lugar turístico conocido en particular por los surfistas- y la bahía de Avacha, en el océano Pacífico.
Los análisis detectaron en el agua "cuatro veces más de productos petrolíferos y 2.5 veces más de fenol", añadió Greenpeace, y explicó que las causas de la contaminación aún no fueron establecidas.
En Instagram, Anton Morozov, director de Snowave, una de las principales escuelas de surf de la península, publicó numerosas imágenes de los daños.
Por su parte Yuri Dud, conocido en las redes sociales por sus documentales, dijo que durante las últimas tres semanas "todo el mundo empezó a experimentar extraños y desagradables síntomas después de hacer surf".
También habló de dolor en los ojos y la garganta y "envenenamiento" por el agua, que tiene un sabor y un olor inusuales.
Greenpeace dijo haberse puesto en contacto con las autoridades para "pedir una investigación inmediata de las causas de la contaminación, una evaluación de su alcance y la eliminación urgente de las consecuencias" del incidente.
Las autoridades locales no informaron recientemente de ningún accidente industrial o de acontecimientos inusuales.
Ante las fotos de cadáveres de animales en la playa, compartidas miles de veces en internet, las autoridades locales publicaron inicialmente en Instagram imágenes de una playa soleada, afirmando que "el color del agua es normal, el olor del aire es normal, la playa está perfectamente limpia".
Este fin de semana, el gobernador de Kamchatka, Vladimir Solodov, visitó la zona y amenazó con despedir a los que hayan ocultado la gravedad de la situación y prometió análisis de muestras que fueron enviadas a Moscú.
El Comité de Investigación ruso también prometió el sábado una investigación sobre este "posible desastre ecológico".
El ministro del Medio Ambiente ruso, Dmitri Kobilkin, por su parte, afirmó este lunes en una entrevista con la cadena pública Rossiya 24, que no se ha constatado un nivel excesivo de petróleo o productos químicos en las muestras hasta ahora analizadas.
Señaló la posibilidad de que se trate de un fenómeno "de origen natural". "Después de las tormentas, hay un aumento de la toxicidad de los microorganismos en esa zona lo que provoca cambios en (el contenido de) oxígeno", provocando este tipo de fenómenos, que afirma son muy comunes en las islas japonesas de la región.
Expertos citados en particular por el diario Novaia Gazeta y la agencia de prensa pública RIA Novosti, no obstante, manejan la hipótesis de una fuga de combustible para cohetes extremadamente tóxico, el heptilo, que provendría de una de las muchas instalaciones militares que hay en Kamchatka.
El territorio ruso, con instalaciones antiguas que datan de la era soviética, sufre con cierta frecuencia desastres ecológicos industriales, como la fuga de 21 mil toneladas de combustible que contaminaron los cursos de agua en el Ártico, a fines de mayo, tras el colapso de un depósito de una central térmica del grupo Norilsk Nickel.
Kamchatka es una de las regiones más remotas de Rusia. Hasta la caída de la Unión Soviética estaba cerrada, porque acogía numerosas instalaciones militares