• La UNAM dio a conocer la noticia del deceso del Premio Nobel de Química 1995; Molina destacó por ser uno de los descubridores de las causas del agujero de ozono antártico
Ciudad de México.- Nació en
la Ciudad de México en 1943 y fue ingeniero químico por la Universidad Nacional
Autónoma de México (1965); posteriormente realizó estudios de posgrado en la
Universidad de Friburgo, Alemania (1967) y recibió un doctorado en Fisicoquímica
de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos (1972).
Es un pionero y uno de los
principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica. Fue
coautor, junto con F.S. Rowland en 1974, del artículo original prediciendo el
adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos
gases industriales, los clorofluorocarburos (CFC), que les mereció el Premio
Nobel de Química. Asimismo, sus investigaciones y publicaciones sobre el
tema condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer
tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental
de escala global y de origen antropogénico.
Molina y su grupo de
investigación publicaron una serie de artículos entre 1976 y 1986 que
identificaron las propiedades químicas de compuestos que juegan un papel
esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera. Subsecuentemente
demostraron en el laboratorio la existencia de una nueva clase de reacciones
químicas que ocurren en la superficie de partículas de hielo incluyendo
aquellas que están presentes en la atmósfera. También propusieron y demostraron
en el laboratorio una nueva secuencia de reacciones catalíticas que explican la
mayor parte de la destrucción del ozono en la estratosfera polar.
Fue profesor en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el periodo 1989-2004; profesor
e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1967 y 1968;
de la Universidad de California, Irvine, entre 1975 y 1979 y del Laboratorio de
Propulsión a Chorro del Instituto Tecnológico de California (CALTECH) en el
periodo 1982 a 1989.
Era miembro de la Academia
Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, y
durante ocho años fue uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo
de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Barack Obama (PCAST);
previamente había estado en el mismo Consejo del Presidente Bill Clinton.
Igualmente, el Profesor
Molina es miembro distinguido de la Pontificia Academia de las Ciencias del
Vaticano, del Colegio Nacional, la Academia Mexicana de Ciencias y la Academia
Mexicana de Ingeniería, entre otras. Por su labor y contribución a la Ciencia
ha recibido numerosos galardones, incluyendo más de 40 doctorados Honoris
Causa, el Premio Tyler de Energía y Ecología en 1983, el Premio Sasakawa de las
Naciones Unidas en 1999, el Premio Nobel de Química en 1995, el Premio
Campeones de la Tierra que otorga Naciones Unidas y es el primer mexicano en
recibir la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos.
Actualmente, Mario Molina
se desempeñaba como investigador de la Universidad de California en San Diego
(UCSD), donde forma parte del Departamento de Química y Bioquímica y del
Instituto de Oceanografía SCRIPPS, una de las instituciones líderes en la
investigación de los fenómenos asociados al Cambio Climático.
En México, presidió desde
2005 un centro de investigación y promoción de políticas públicas que lleva su
nombre, donde realiza estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente,
particularmente en los campos de cambio climático y calidad del aire.