La Paz, Baja California Sur. El aún delegado de la Secretaría del Bienestar, Víctor Castro Cosío, habló sobre la pobreza en el estado y dijo desconocer lo que analistas y organizaciones dicen respecto a verla amplificada por la emergencia sanitaria en un estado como Baja California Sur (BCS), asegurando que se hizo un esfuerzo sin precedente llevando programas sociales.

Cuestionado sobre un posible incremento en la pobreza en el estado, el funcionario federal expresó que los problemas económicos de la entidad no comenzaron con la pandemia, sino que datan de al menos dos años atrás.

Al ser cuestionado sobre el Observatorio Ciudadano Cómo Vamos La Paz, que, luego de identificar 90 mil familias con necesidades alimentarias durante la contingencia sanitaria y entregar un número superior de apoyos alimentarios en alianza con la iniciativa privada, aseguran que hay un aumento significativo de la pobreza en el estado, el funcionario federal dijo no conocer “ ni la información ni la valía técnica de ese organismo privado”, pero reconoció que hay más pobreza en el estado, sólo que sus fuentes vienen más allá de una pandemia.

“Debemos tener claro que la caída económica no es de la pandemia solamente”, apuntó, “el desarrollo económico se constriñó antes de la pandemia, durante de la pandemia y seguramente, después de la pandemia”, pronosticó. “La caída económica en el ramo de la construcción fue muy fuerte”, dijo al hablar de diversos sectores económicos que ya estaban deprimidos en el estado, previa la llegada de la calamidad sanitaria.

Esto llegó, expresó, a que “el producto interno bruto de Baja California Sur decreció en 2020”, expresó, e indicó que los problemas de la economía sudcaliforniana ya “vienen desde el 2019”.

“Yo quisiera dar estos datos muy precisos, cómo cae el producto interno bruto porque recibe menos Baja California Sur, y eso sí debe preocuparnos a los tres niveles de gobierno”, y explicó que es precisamente esta caída del producto interno lo que tiene al estado sin asignación de recursos federales.

“Nosotros no gobernamos Baja California Sur”, apuntó, al señalar que por lo único que a BCS no la ha ido mal es porque desde el gobierno federal “hemos inyectado 5 mil millones de pesos de manera emergente”, lo que permitió que miles de comunidades resistieran el embate económico de este año.

Al reiterar que al final de este mes de octubre habrá de abandonar sus funciones en atención al llamado de Andrés Manuel López Obrador a todos los funcionarios que tienen aspiraciones políticas, dijo separarse de su encargo al frente de la Secretaría del Bienestar entregando una dependencia donde la comunidad vulnerable se encuentra atendida por programas sociales.

“De 21 mil adultos ahora tenemos 36 mil, más de 30 mil jóvenes de prepa que no eran atendidos ahora tienen un apoyo, hoy atendemos a 3 mil 400 discapacitados”, destacó. Además dijo que mientras los créditos a la palabra y las tandas ofrecen un apoyo que, admitió que esto es “muy limitado porque la pandemia afectó este asunto y llevó a tomar la decisión de dar créditos de 25 mil pesos”, dijo que otorgó al final un total de 7 mil 400 créditos “más del 200 por ciento de la meta original de menos de 3 mil créditos”.

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“Con todas las reservas que da la política […] hace un par de meses ni pensaba en una candidatura, pensaba en seguir con vida, pero he recibido apoyo”, expresó, para decir que serán los colectivos en la cuarta transformación quienes decidan: “que salga el que la gente determine”.