• En breve se hará para Honduras; el gobierno federal indicó que estuvieron “estancados” debido a la pandemia
Ciudad de México
Los recursos que el gobierno mexicano designó
para el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica –con el que se pretenden
reducir los flujos migratorios desde esa región— estuvieron estancados varios
meses debido al Covid-19 y, a penas hace unos días comenzaron a ejecutarse para
El Salvador y en breve se hará para Honduras.
Sin embargo, en el caso de Guatemala, informó
la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para
el Desarrollo (Amexcid), Laura Elena Carrillo Cubillas, hay riesgo de no
entregar el apoyo, pues la pandemia impidió la firma del acuerdo correspondiente,
y ahora, por la extinción de fideicomisos –entre ellos el Fondo México desde el
que se operaban estos recursos— se ha solicitado la devolución del dinero que
no se ejerció para ese país.
La funcionaria presentó este domingo en
videoconferencia los avances del Plan de Desarrollo Integral El
Salvador-Guatemala- Honduras-México, a través del cual se destinarían 31
millones de dólares a cada una de esas naciones para implementar dos de los
programas centrales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: Sembrando Vida
y Jóvenes Construyendo Futuro.
Se trata de un rediseño de un programa creado
por el gobierno mexicano en 2011, el Fondo México, con el propósito de
contribuir con el desarrollo económico y social de Centroamérica y el Caribe, y
con el que se ha financiado más de una docena de proyectos, sobre todo de
infraestructura en esas regiones. A mediados de 2019, la administración de
López Obrador lo reorientó para atender la crisis migratoria, justo semanas
después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer
aranceles a las importaciones mexicanas a menos que México hiciera más para
contener la migración irregular.
Tras la firma de los convenios
correspondientes con los gobiernos de El Salvador y Honduras, se comenzó con la
planeación de la implementación de estos programas, con las mismas reglas de
operación que en México y que los depósitos de 250 dólares al mes por
beneficiario, llegarán directamente a las personas, sin pasar por la Hacienda
pública y respetando las legislaciones de ambos países, dijo Carrillo Cubillas.
Agregó que se tenía entre 70 y 80 por ciento
de avance en esos procesos de planeación y registro de los beneficiarios,
cuando llegó el Covid-19 y obligó a detener todos los procesos.
“Hoy, los tiempos nos están permitiendo
retomar estos programas. En el caso de El Salvador, hace unos cuantos días,
finalmente pudimos mandar las primeras dispersiones a los beneficiarios y se
tiene también un avance considerable en el caso de Honduras, donde consideramos
que la primera dispersión se pueda dar en un mes. Cabe aclarar que las
dispersiones son a plazos vencidos, es decir, los beneficiarios cumplen con su
parte de trabajar en el programa y, una vez que se ha comprobado que han
cumplido, se hace el depósito correspondiente”.
En El Salvador se tienen registrados hasta
ahora más de 8 mil beneficiarios, y el primer depósito realizado hace unos días
apenas fue para 400 de ellos; mientras que en Honduras hay un registro de mil
500 personas que podrían acceder a los apoyos.
En lo que corresponde a Guatemala, la
pandemia impidió la posibilidad de aterrizar el proyecto, y no se concretó la
firma del acuerdo entre ambos gobiernos y ahora los fondos que se pretendían
asignar a esa nación están en riesgo.
“Debido al proceso de extinción del
(fideicomiso) Fondo México, se nos solicita que devolvamos todo el remanente,
es decir, ese dinero que se tenía para Guatemala. Está pendiente saber su se va
a regresar (recuperar) o no, no sabemos. (Pero) queremos trabajar con lo que tenemos,
que vengan mejores tiempos. En Honduras y El Salvador seguiremos trabajando”,
enfatizó la funcionaria.
La titular de la Amexcid aseveró que los
fondos se ejercen de manera transparente y recordó que el año pasado se firmó
un convenio con la Auditoría Superior de la Federación para la revisión de todo
el proceso de asignación de los apoyos.
Ante los señalamientos en algunos sectores de
que se ha beneficiado a instituciones financieras para la transferencia del
dinero, aseveró que se realizaron los análisis necesarios para verificar que
los bancos elegidos para esos procesos cumplieran con varios lineamientos:
cobertura en todo el territorio (urbano y rural) de las naciones beneficiadas,
bajas comisiones por movimientos (transferencias y retiros) y que se brindarán
servicios adicionales para los beneficiarios.
Así, informó, las instituciones que
garantizaron la capacidad para cumplir con los requerimientos para el caso de
la implementación de los programas fueron, Banco Azteca, en Honduras; y Banco
de Fomento Agropecuario, en El Salvador.
Dio un ejemplo de la importancia de este Plan
en la disminución de los flujos migratorios. “De la caravana (migrante) de
enero pasado, más de 80 por ciento de los participantes eran de Honduras, y la
que nos entretuvo mucho ayer y antier (que ingresó a Guatemala el jueves
pasado) nació en Honduras. Si se dan cuenta, en el caso de El Salvador, donde
tenemos más de 8 mil beneficiarios registrados no hay migrantes en estos
momentos queriendo entrar a México. Cuando tengamos oportunidad de hacerlo en
Honduras (implementar los programas sociales), se notará su impacto en no
viajar, en no arriesgarse a una migración irregular, que los pone bastante
vulnerables”.