• Les entregan copias de sus carpetas de investigación con la esperanza de que a través de ellas puedan finalmente obtener la ayuda de alguna autoridad
Ciudad de México
Desde que familiares de víctimas y grupos
feministas tomaron la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(CNDH) en el Centro Histórico, hace once días, varias personas que han sufrido
algún agravio se han acercado a las ocupantes para entregarles copias de sus
carpetas de investigación, con la esperanza de que a través de ellas puedan
finalmente obtener la ayuda de alguna autoridad.
Una de esas personas es Romana Rivera
Ramírez, quien en días recientes fue al inmueble de República de Cuba 60 para
denunciar que el 21 de febrero de este año su hija Diana García Rivera, de 21
años de edad, desapareció en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, luego
de que ella y un joven que la acompañaba fueran sacados violentamente de un bar
en el que se encontraban, sin que hasta el momento se sepa cuál fue su
destino.
“Ya son seis meses y medio que no tenemos
respuesta, ni de vida ni de muerte. No se ha llegado a ningún indicio de
cuerpos ni nada que pueda determinar que ellas ya no están. Por lo tanto mi
búsqueda sigue, en esta lucha de poderla encontrar con vida”, explicó la mujer
en entrevista con La Jornada.
Rivera lamentó que su hija –quien cumplió 21
años el pasado 17 de julio-- forme parte de los miles de jóvenes que han sido
víctimas de desaparición en México, sin que ninguna autoridad se movilice para
emprender una búsqueda efectiva para poderlos encontrarlos con vida.
“Ya no hay esa seguridad de que puedan salir
un momento a divertirse sin que se expongan a una situación como esta. Mi hija
es una víctima colateral de la violencia, de la delincuencia; hoy por eso vine
hasta la Ciudad de México para alzar la voz y ser escuchada por el Presidente
de la República, porque son muchos casos en Cancún y la impunidad está a la
orden del día”, lamentó.
Aunque Rivera y la familia del otro muchacho
desaparecido trataron de poner una denuncia ante la Fiscalía Especializada en
Personas Desaparecidas del estado de Quintana Roo desde el 23 de febrero, las
autoridades les permitieron realizar dicho trámite hasta el 26, y sin que
existiera la coordinación mínima suficiente para emprender la búsqueda.
“Estamos dolidos, con coraje, con impotencia,
porque ya hay unos vehículos relacionados en el hecho, hay nombres, placas (de
los vehículos involucrados) y hasta la fecha no los han citado para que den una
declaración. Se ha perdido tiempo crucial en la búsqueda, porque nos citaron
hasta el día 26, pero no nos decían en qué departamento estaba la orden de
investigación: se tiraban la bolita.
“Fueron tres días perdidos de la búsqueda,
donde la Fiscalía no hizo nada, y por eso estamos viendo que la negligencia en
la capeta de investigación se ha dado desde el primero momento en que pusimos
la denuncia para la búsqueda con vida”, deploró la mujer.
Consultada sobre lo que significa para ella
acudir a los grupos feministas que mantienen ocupado el edificio de la CNDH,
Rivera subrayó que “ellas están tocando puertas, están agrupadas y la
agrupación hace que sea alzada la voz y seamos escuchadas.
“Yo como madre ando sola en esto.
Lamentablemente, cuando tenemos una víctima, muchas veces tenemos la apatía del
pueblo o de la misma autoridad y la necesidad de trabajar a veces nos hace
quedarnos de brazos cruzados, pero hoy por hoy, cuando hay un apoyo como este
(de las feministas), pues hay que aprovecharlo”.
Ante el descrédito de las autoridades de
todos los niveles de gobierno, enfatizó la madre de Diana García, ella prefirió
acudir ante los colectivos que tomaron la sede del Centro Histórico, para
agotar todas las opciones en busca de su hija.
“En lo personal, yo busco el apoyo de ellas
porque yo estoy muy distante y ya no tengo la confianza de seguir acudiendo,
como lo hago constantemente, con la autoridad local, de mi municipio, y no veo
ningún avance. Por eso estoy tocando puertas, para que seamos escuchadas y que
el mismo Presidente de la República me pueda escuchar en mi caso”.
-- ¿Qué ayuda esperaría de los grupos
que ocuparon el edificio?
-- Que la documentación que estoy dejando de
la denuncia pueda ser llevada a las dependencias, o en este caso me gustaría
que fuera atraída por la Fiscalía General de la República, por la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada,
porque ya no tenemos confianza con las autoridades locales. Es mucho tiempo el
perdido y queremos que el caso sea atraído por las autoridades competentes,
porque hay indicios de los responsables y aún no se ve la
respuesta.
Como se ha informado en este diario, la
titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se comprometió a
analizar personalmente todos los casos de víctimas que le sean canalizados a
través de los colectivos que mantienen tomada la sede de la CNDH.