• La autora de 'Desierto sonoro' habla de su primera década como escritora y del nuevo proyecto en el que trabaja
CIUDAD DE MÉXICO.
Intensos,
veloces, imaginativos, renovadores, sorprendentes. Así han sido los últimos
diez años para la mexicana Valeria Luiselli, su primera década en la escritura
tras la publicación de su primer libro de ensayos, Papeles falsos (2010).
“No sólo ejercí mi pasión por la palabra, sino que han estado llenos de viajes,
el doctorado, la maternidad, la toma de conciencia”.
Considerada una de las narradoras
más originales de las letras contemporáneas, la autora de las novelas Los ingrávidos (2011), La historia de mis
dientes (2013) y Desierto sonoro (2019) agradece que “cada nuevo
libro ha significado volver a empezar de cero, encontrar una mirada distinta,
un ritmo con el cual observar, documentar y escribir”.
Desde Nueva York, donde vive
desde hace 12 años, con algunos periodos en México (2009-2011), afirma que “estos
diez años han estado marcados por los libros que he escrito, éstos han
modificado mi realidad por completo. Mientras escribo, estoy inserta en la
realidad a través de ellos. Todo lo vivido está mediado por lo que he tratado
de generar”.
Quien creció en Costa Rica, Corea
del Sur, Sudáfrica e India, debido al trabajo diplomático de su padre, Cassio
Luiselli, confiesa que disfruta tener 37 años porque ha cambiado radicalmente
su visión de la vida.
Cuando estás en tus 20 es más
difícil porque, aunque estás más energética, son años muy confusos en los que
todavía te estás conociendo a ti misma y tienes menos claridad sobre tantas
cosas”, señala.
La autora de Los niños perdidos (2016),
su segundo ensayo, detalla que actualmente trabaja en una obra que tiene una
porción sonora y otra escrita. “La idea es grabar las voces de muchas mujeres
en una pieza que trata de la violencia contra el cuerpo femenino y contra la
tierra, en las zonas fronterizas entre México y Estados Unidos, pero del lado
gringo.
Creo que del lado mexicano se ha
documentado un poco más este tema, como los homicidios de Ciudad Juárez
(Chihuahua); pero del lado norte de la frontera no se habla en lo absoluto de
la violencia contra las mujeres mexicanas y las nativas americanas, simplemente
se silencian esas historias, como si no existieran”, agrega.
La egresada de Filosofía y Letras
de la UNAM indica que este nuevo proyecto, en el que participarán un músico y
un director mexicanos, además de varias poetas y escritoras latinas, busca dar
visibilidad sonora a esta problemática.
Sobre el ensayo y la novela, los
géneros en los que ha incursionado, Luiselli aclara que no piensa en ellos como
una dicotomía. “Cada libro ha sido un recorrido muy distinto. Y esa distinción
no está vinculada con el género, sino con el proyecto mismo. Hay muchas formas
de documentar, de pensar y articular la realidad en la escritura; pero no hay
una regla de tres que explique la diferencia entre el ensayo y la novela de una
manera absoluta”.
UN
LUGAR OSCURO
La doctora en Literatura
Comparada por la Universidad de Columbia dice que ha sido complejo y “a veces
radicalmente frustrante” vivir en Estados Unidos. “Ser hispano en esta nación,
una mujer mexicana, no es fácil. Pero aquí es donde mi profesión creativa ha
podido crecer y tengo una comunidad de colegas con relaciones muy profundas”.
Sin embargo, admite que, “cuando
arribé en 2008, unas semanas antes de la victoria de Obama, nunca me hubiera
esperado que llegáramos a este lugar oscuro en el que estamos; el país actual
no se parece en nada a aquél.
Si bien las ideas de fondo
siempre han estado ahí, el racismo estructural, cosas que no cambiarán, aunque
gobierne un partido u otro, se van a requerir más décadas o siglos para que
esta nación sane más profundamente, si esto es del todo posible”, considera.
Añade que, por lo pronto, “no
parece haber ni siquiera un proceso de sanación histórica. Es decir, ya no
existen las atrocidades que había durante la esclavitud; pero, por otro lado,
es un país que ahorita mientras hablamos está encarcelando a cientos o miles de
niños indocumentados. No sé en qué momento empezará un proceso de
reconciliación histórica”.
Quien colaboró como traductora
en la Corte migratoria de Nueva York para la defensa de los niños inmigrantes
centroamericanos, destaca que se cuestiona mucho por la experiencia de la
infancia en estas épocas.
¿Cómo se sentirá ser niño en este
momento? La cantidad de preocupaciones que tienen hoy en día los infantes hace
más difícil que crezcan sanos; tanto por la realidad de las redes sociales, que
es tan abrumadora para los niños, como por la angustia constante y el temor al
calentamiento global. Yo a los diez años no tenía esa zozobra”, apunta.
Luiselli guarda varios proyectos
literarios en su cajón. En especial dos: una novela inspirada en el político y
luchador social sudafricano Nelson Mandela (1918-2013), a quien conoció, que
empezó a escribir en 2012, pero abandonó dos años después. “Es una memoire de lo
que es crecer en la Sudáfrica del post apartheid. Ya sabré cuando es el
momento adecuado para retomarla”. Y el otro es también una novela “de la que
aún no estoy preparada para hablar”, dice.
Quien abandonó su sueño de ser
bailarina por la literatura, espera que sus años 40, que ya ve en el horizonte,
sean más serenos, “de trabajo y reflexión, tal vez un ritmo más pausado, más
tranquilos”.