• Posible nominación de candidatos a gobernador en noviembre y luego la factibilidad de la alianza partidista • Dirigentes del PAN, PRI y PRD hasta ahora ven con buenos ojos esa gran alianza contra Morena y sus aliados • División interna y desgaste gubernamental afectan capacidad competitiva de Morena
La posibilidad de que se
realice una alianza estratégica entre diversos partidos para dar la batalla
electoral en el 2021 a Morena en todo el país y por supuesto en la media
península es cada día más factibles de realizarse no solo por la necesidad de
hacerla sino porque en efecto sus posibles integrantes han enviado diversas
señales en ese sentido.
Los dirigentes estatales de
los partidos como PAN, PRD y PRI han señalado en diversos foros que la alianza
estratégica entre estos organismos políticos se podría establecer para hacer un
frente contra la propuesta electoral de Morena que por su parte cada día queda
más al descubierto por sus profundas diferencias intergrupales.
En diversas entrevistas
periodísticas, por ejemplo, Carlos Rochín Álvarez, presidente estatal del PAN
ha señalado que aunque no ha recibido una instrucción precisa de su dirigencia
nacional para establecer ya desde ahora una alianza con otras fuerzas políticas,
su partido no está cerrado a esta posibilidad precisamente porque considera que
las circunstancias políticas son propicias para ello.
Algo similar ha sucedido con
la nueva dirigencia estatal del PRD que ahora encabeza Noé de la Rosa Escalante
quien ha señalado que en efecto una vez realizados los consensos, estima que en
su partido no habría mayores problemas para establecer una alianza con otros
organismos políticos donde lo que se resalte sea el interés ciudadano.
Respecto al PRI, destacados militantes
que ya en su momento ya fueron presidentes estatales de este organismo, como el
exregidor cabeño Jesús Flores y el exdiputado local, Juan Alberto Valdivia,
(serio aspirante a la candidatura a gobernador de este organismo político),
también han coincidido en afirmar que una gran alianza entre partidos de
oposición a Morena, para definir candidaturas comunes, podría representar con
legitimidad el interés de la ciudadanía.
En la media península gobierna
el PAN y de acuerdo a recientes encuestas, el mandatario sudcaliforniano,
Carlos Mendoza Davis se encuentra entre los cinco mejores gobernadores del
país, lo que puede influir sin lugar a dudas en la aceptación de su partido
político entre la ciudadanía y desde luego entre otras fuerzas políticas que
podrían encontrar un punto de equilibrio y denominador común para acudir juntos
a las urnas el primer domingo de junio del año que entra.
Desde luego que los pequeños
partidos como el MC, BCS Coherente, PRS y Humanista por ejemplo seguramente
también tratarán de estar en este acuerdo en el que sería más factible obtener
una mayoría ciudadana, sobre todo si se consideran los descalabros registrados
en el gobierno federal morenista que de alguna a manera van a impactar en la
percepción de los votantes locales.
Por supuesto que aún falta
tiempo para llegar a este punto en el que se tendrán que sentar en una mesa de
negociaciones, aunque un primer ensayo podría ser lo referente a las
candidaturas a las diputaciones federales, proceso que arranca este lunes 07 de
septiembre de manera formal y en donde hasta ahora la mayoría de los aspirantes
a estas posiciones están a la espera de que se defina primero quiénes podrían
ser los abanderados a la gubernatura.
Para ello no falta mucho,
quizás no más allá de la primera quincena de noviembre en donde la presión
natural que ya ejerce el calendario electoral, será ineludible y la
determinación sobre quiénes encabezarán los esfuerzos electorales por ganar las
elecciones del 2021, sean definidos en literalmente todos los partidos.
Por supuesto, de esta decisión
también puede depender que se cristalice o no la tan mencionada posible gran
unión estratégica encabezadas principalmente por el PAN y el PRI para enfrentar
a un partido como Morena y sus aliados que a querer o no, cada día sufre más
cuestionamientos como parte del desgaste gubernamental al que está sometido.
Ya veremos qué sucede al
respecto.