• AMLO un mitómano consumado en su fallido segundo “informe” cargado de mentiras • Venganza política y pretensiones electorales desde la presidencia • Se complica el panorama para morenistas locales ante un decepcionante “informe” presidencial
Luego de escuchar el supuesto
informe de actividades del segundo año de gobierno de Andrés Manuel López
Obrador, queda claro que en esta presidencia están más preocupados por asegurar
los resultados electorales del próximo año, que presentar con claridad y
veracidad el estado que guarda la actual administración.
Es evidente que el presidente
López Obrador está más concentrado en su venganza política y elaborar mensajes
con una amplia carga electoral y hacer del supuesto segundo informe de
gobierno, una síntesis de lo que han sido sus prolongadas conferencias mañeras
en las que describe fantasiosamente la actualidad de nuestro país.
Decepcionante y vacío en una
especie de compendio de sus cotidianas conferencias mañaneras de prensa en las
que lo mismo amenaza a sus adversarios y descalifica a medios de comunicación
que señalan sus errores, López Obrador en su discurso no mayor a los 45 minutos
simplemente habló más de los mismo.
Cargado de datos dudosos como
los referentes a la supuesta reducción en la inseguridad que se registra en el
país, así como del supuesto crecimiento económico, que por supuesto aún está
muy lejos de verse, el mandatario nacional no pudo cantar victoria desde ahora.
De hecho, quedó más claro que es un evidente mentiroso, un mitómano consumado.
Las condiciones no están en su
mejor momento y menos cuando se reporta una caída histórica del Producto
Interno Bruto (PIB) del más de 18 por ciento.
Vale decir que durante la
administración que encabezó el priista Enrique Peña Nieto, la economía se
encontraba con un crecimiento económico del 2.5 por ciento, al respecto, los
morenistas y sobre todo López Obrador señalaron en diversas ocasiones que
México no podría estar peor.
Desgraciadamente se
equivocaron los defensores del proyecto morenista, hoy México sí está peor que
antes y lo más cruel es que los especialistas señalan que la posible
recuperación podría empezar a registrarse hasta dentro de seis años más, es
decir en el año 2026.
Así que no se dijo nada sobre
los más de 64 mil muertos por Covid-19 generados por una pésima política
sanitaria implementada desde la propia presidencia del país que se suma a la
tremenda adversidad que tendremos que enfrentar como nación, esto a pesar del
anuncio de que ya habrá apertura de diversas actividades al cambiar de color en
el semáforo sanitario.
Perder el tiempo en
supuestamente juzgar a expresidentes por presuntas acciones ilegales que ni
siquiera se mencionan y que en todo caso podrían estar ya prescritas
legalmente, es una manera obvia de tratar de levantar el ánimo de la población
para azuzarla en contra de las fuerzas políticas que gobernaron antes de
Morena, es decir el PRI y el PAN. Ello refleja el ínfimo tamaño político del
mandatario.
Está claro que electoralmente
el proyecto de López Obrador no se encuentra en el mejor momento por lo que el
temor de perder las diputaciones federales que estarán en juego en las
elecciones de junio del año que entra ha generado que desde la presidencia de
nuestro país se intente movilizar la fuerza morenista y el rencor de la
población contra gobernantes del pasado.
Al más puro viejo estilo
priista de utilizar la Presidencia para influir en el ánimo electoral de la
población es lo que se observa y queda claro actualmente en el mandato de López
Obrador.
El mandatario nacional llega a
su segundo informe de actividades cargado de un claro deseo de venganza a
quienes le ganaron en el pasado y en un ambiente de decepción y desencanto
social que seguramente aumentará con el paso de los meses, sobre todo cuando
quede claro que los errores de hoy tendrán enormes repercusiones adversas en
los próximos meses y años.
Obviamente se complica
demasiado a Morena en las entidades al tratar de salir a la calle a decir que
son la mejor opción cuando la realidad es precisamente otra.
Para el caso de Baja
California Sur, la fuerza política que representa al gobierno de López Obrador
no sólo tiene características de dispersión y falta de unidad interna, sino que
además esa división crece tanto que será muy difícil hacer una propuesta
electoral compacta y sobre todo competitiva.
Complicado queda el panorama
para los morenistas de la entidad luego de un segundo supuesto informe
presidencial, evidentemente fallido, del que difícilmente se podrán colgar los
aún defensores del proyecto Morenista ´precisamente porque hasta ahora, que no
han podido cumplir con las expectativas del país.
¿No le parece así amable
lector?