• El director del FCE sostuvo una charla con la escritora Silvia Molina y el historiador Alejandro Rosas, como parte del programa cultural de la Venta Nocturna de esa casa editorial
iudad de México. Conforme se profundiza en la Historia,
es posible hacer de ella un terreno de identidad, según el escritor Paco
Ignacio Taibo II, quien aseveró que el sentido de esa disciplina académica no
es contar la historia del gobierno ni de los historiadores, sino la de los
pueblos.
El también director del Fondo de Cultura
Económica (FCE) sostuvo una charla sobre historia de México con la escritora
Silvia Molina y el historiador Alejandro Rosas, como parte del programa
cultural de la Venta Nocturna realizada el jueves por esa casa editorial, la
cual se extenderá este viernes y mañana sábado.
Taibo II comentó que le da gusto explorar en
la historia de México y hacerlo en términos de construir identidad. Aceptó que
proviene de una generación, la del 68, que tenía muy pocas bases históricas
mexicanas.
“Nuestras referencias eran el Che Guevara, Ho
Chi Minh, la Comuna de París, Marx, pero ¿y México? Teníamos rota la relación
con el pasado mexicano, apenas Demetrio Vallejo, Rubén Jaramillo; y
reactivamente, en mi generación volvimos a la historia a partir de donde
vinimos en términos mexicanos, quiénes son nuestros referentes en la lucha por
la libertad”.
Aseguró que al adentrarse en hechos y
personajes que pasan desapercibidos pueden descubrirse historias
impresionantes, como le ocurrió con la famosa fotografía de Pancho Villa y
Emiliano Zapata en Palacio Nacional.
Aclaró, para empezar, que Villa no está
sentado en la silla presidencial, sino que era una de la época de Lerdo de
Tejada. Luego describió que en la imagen aparece un personaje alto, con un
sombrero feo y apariencia de gringo, el cual no sabía quien era hasta que un
especialista le indicó que se trataba del general Alberto Carrera Torres, uno
de los mayores agraristas de la Revolución.
“Uno comienza a explorar y descubre grandes
historias como que (Carrera Torres) murió virgen y que le escribía a su mamá
diciéndole que no había conocido mujer”, relató.
Taibo II consideró que los divulgadores de la
historia deben de valerse de varias prácticas, como la sociología instantánea,
y tener los recursos para saber qué significa un acto, una mirada o una frase
metida de contrabando en un discurso.
“Tienes que elaborar a partir contextos,
situaciones políticas, costumbres. Por ejemplo, la fama de Villa de violador es
absolutamente falsa. No sólo eso, sino que declaró la pena muerte, en el
principio de la batalla de Torreón, a los violadores”.
Silvia Molina comentó que la vida personal de
la gente puede ser terreno fértil para descubrir pasajes interesantes de la
historia. Contó el caso de su familia, en el que su mamá tuvo tres hermanos
generales revolucionarios que tomaron las armas tras escuchar a Francisco I.
Madero.
De acuerdo con Alejandro Rosas, hay un camino
muy amplio por recorrer en cuanto a contar la historia de otro modo en México y
descubrir personajes que están totalmente abandonados, olvidados.
Afirmó que aunque el el siglo XX mexicano
esté lleno de importantes historiadores académicos, “no supieron bajar de ese
Olimpo institucional en el que se encontraban en El Colegio de México, la
Facultad de Filosofía y Letras y otros colegios”.