· Algunos no usan mascarilla y, además, no hay garantía de higiene en los productos que ofertan
Cabo San Lucas, Baja California Sur. A unos días de cumplir seis meses en alerta sanitaria y con casi diez mil contagios de COVID-19, la peor afectación de la pandemia en Baja California Sur (BCS) ha sido la económica. Cientos de negocios cerrados, empleos no recuperados y un marginado ingreso económico en las familias.
En el municipio de Los Cabos fue evidente el problema de falta de ingreso, pues todos buscan generar ganancias. Esto ha dado pie a múltiples formas de comercio, pero algunas de ellas sin respetar medidas de higiene.
Una difícil situación son los vendedores y franeleros apostados en cruces viales y semáforos del destino turístico. Como cualquier otra actividad digna para ganar dinero, es válida, sin embargo no todos respetan o acatan medidas básicas como el uso de cubrebocas o no acercarse a menos de metro y medio de distancia de los conductores.
Jugos, aguas, flores, mascarillas y hasta juegos infantiles, son algunos productos ofertados en las intersecciones más importantes de la ciudad, en algunos casos también los franeleros buscan limpiar los carros o sólo piden cooperación para comer. Desafortunadamente muchos de ellos no cuentan con protección anti contagio, siendo un riesgo, tanto para estas personas, como para los automovilistas.