• En su más reciente novela, la escritora reconstruye el mito fundacional y desmonta la figura masculina
CIUDAD DE MÉXICO.
Eva,
la primera mujer del mundo según el Génesis, está convencida de que le robaron
la historia de su vida, que La Biblia presenta otra realidad, por eso decide
contar su propia versión: no fue creada a partir de la costilla de Adán, ni fue
expulsada del Paraíso por la manzana y la serpiente.
Éste es el personaje que cobra
vida en la nueva novela, la número 19, de la mexicana Carmen Boullosa
(1954), “El
libro de Eva” (Alfaguara), en la que le da una vuelta de
tuerca a este mito fundacional para desmontar la figura masculina y reconstruir
el mundo, el placer, el origen de la gastronomía, la domesticación de los
animales y el cultivo de la tierra a través de la mirada femenina.
Los dicen que, por palabra
divina, las mujeres no somos nosotras mismas, sino un pedazo de otro”, comenta
en entrevista la narradora y poeta.
El Génesis señala con toda
claridad que Eva es una subsidiaria de Adán. Hay incluso dos versiones del
Edén, muy breves, que explican que ella es creada para servirlo a él, para
vivir de él, para atenderlo. Y, además, ella es quien trae el dolor al mundo,
la obligación de trabajar y es castigada con el gran dolor que le causará cada
parto. Terrible”, agrega.
La egresada de Letras Hispánicas
de la Universidad Iberoamericana y de la UNAM destaca que, revisando las
versiones originales de este mito, sus primeras traducciones, descubrió que hay
otras Evas. “Las primeras mujeres de las narraciones mediterráneas se parecen
bastante a esta Eva que, por fin, como personaje, cobró voz”.
Después de desmentir esa idea del
papel secundario asignado a la mujer, Boullosa va más allá. “El Arca no era de
Noé, sino de Eva, y en la Torre de Babel está todavía presente. También vemos
cómo salen ella y Adán del Edén, que es un espacio sin lengua humana, sin
placer, sin tierra; y se van por el apetito de Eva de la tierra que ve afuera,
quiere el placer, quiere crear, trabajar, guisar; lo va haciendo todo, casa,
comida, sustento”.
La también ensayista y dramaturga
añade que su intención “era hacer un libro serio y al mismo tiempo cargado de
picardía, aventura y sexo, y que fuese la voz de Eva. La historia la cuenta
mayormente ella, aunque las hijas y las nietas a veces le llevan la contra. Sí
tiene cabida la voz de Abel y Adán, poco, pero cuentan sus versiones”, detalla.
La autora de 22 poemarios recrea
en El
libro de Eva “la primera escena original de violencia
doméstica” y una violación; y plantea que la agresión y el ensañamiento no
vienen del lado femenino.
El personaje de Eva asegura que
la versión que se conoce de ella proviene de la envidia que despierta el poder
que tiene la mujer de crear vida, de engendrar. Y comparte cómo descubre el
placer de los sabores, los olores, las texturas, de la sexualidad; y cómo vive
la maternidad. “Es una novela que busca reformular un mito capital en nuestra
cultura”.
Carmen Boullosa afirma que El libro de Eva es
su novela de mayoría de edad. “De alguien que se ha dedicado toda su vida a
escribir. Contiene la mayor parte de mis obsesiones, incluyendo mi deseo de
entrar a las bibliotecas y leer, y hacer de eso una fábula”, concluye.