Más de doscientos cuerpos han terminado en la Fosa Común, algunos siguen en el Semefo
La Paz, Baja California Sur. Una investigación nacional sobre lo que un panel especializado de investigaciones sociales llama “la crisis forense en México”, destaca que en Baja California Sur (BCS) cientos de cuerpos han ido a parar a la fosa común sin ser identificados. Además, da cuenta de carencias en insumos y personal que aquejan a las autoridades estatales.
El estudio, denominado “Un país rebasado por sus muertos: La crisis Forense en México”, publicado por el colectivo de estudios “5° Elemento”, y realizado por Efraín Tzuc y Marcela Turati, indica que, “desde el inicio de la ‘guerra contra el narco’, más de 38 mil 500 cuerpos no identificados han ingresado a los servicios médicos forenses del país para terminar en cámaras frigoríficas, fosas comunes o escuelas de medicina”.
Por medio de solicitudes de información, los investigadores dan cuenta de que en BCS un total de 266 cuerpos han pasado por las autoridades forenses sin que se logre identificarlos, por lo que, la mayoría, terminan en la fosa común.
La gran mayoría de la estadística de cadáveres sin identificar se da durante los años del gobierno de la actual administración, que presume una disminución drástica en la violencia, pero de acuerdo a los reportes de los colectivos de búsqueda de personas extraviadas, las desapariciones forzadas de personas se han vuelto, progresivamente, un fenómeno recurrente en toda la geografía sudcaliforniana.
La cifra negra exhibida por la investigación del colectivo 5° Elemento indica que, en la última década, 266 cuerpos llegaron a los pabellones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde no fue posible constatar su identidad: de estas personas, 241 son expedientes de los últimos 5 años (2015-2019).
De ellos, 239 cuerpos fueron llevados a fosa común, donde fueron inhumados sin identificar. Al momento de la publicación del estudio, 27 cuerpos aún residían en las instalaciones de Semefo de acuerdo con la fuente.
El estudio, además da cuenta de carencias materiales y humanas en los servicios forenses de la entidad.
“La conformación del diagnóstico forense muestra una realidad desoladora: en el caso de Baja California Sur, la dirección de servicios periciales reconoció que la carga de trabajo está en aumento, pero no así el personal operativo”, relata el estudio que reproduce cuestionarios realizados por la Secretaría de Gobernación a los servicios médicos forenses estatales.
En las fichas de entrevista reproducidas, el personal de BCS relata que sólo “se cuenta con el insumo básico: requerimos equipamiento para esta actividad más especializado y para abastecer las subsedes en todo el estado”, expresa en una de las fichas de entrevista divulgadas, firmada por el director de servicios periciales del estado, José Almaguer.
“Se me hace injusto (hablar de) el tema de la crisis forense. No, acá tenemos una crisis de violencia, de delincuencia, que repercute en el área forense. Me queda claro, pero al manejarlo como crisis forense siento que nos dejan a todos los forenses la máxima responsabilidad de todo esto, cuando se ha hecho el máximo esfuerzo”, relata un médico forense entrevistado para este reporte, proveniente de otro estado de la república.
En 2017, que es el último año disponible con anuarios estadísticos de mortalidad de la Secretaría de Salud en el estado, cuando 88 cuerpos quedaron sin identificar por los servicios médicos forenses, 661 personas murieron por homicidio en BCS, y fue la principal causa de muerte en el estado (Anuario estadístico de mortalidad 2017, Secretaría de Salud en el Estado de Baja California Sur).