La Paz, Baja California Sur.- Cientos de lobos marinos, focas y otros mamíferos marinos son arrastrados en descomposición a las orillas del Océano Pacífico en Baja California Sur (BCS) mientras las autoridades investigan el fenómeno de mortandad en secreto y bajo amenazas a líderes ambientales para evitar divulgar la noticia. 

Tras un reporte de líder ambientales que se dijeron francamente atemorizados por las posibles represalias que pudiera aplicar la Secretaría del Medio Ambiente a los proyectos de conservación que conducen en las aguas mexicanas, Diario El Independiente buscó la respuesta de las autoridades de la delegación local. 

Siguiendo el tono de los funcionarios en turno, la respuesta institucional fue nula. Desde hace meses, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, a dicho este medio que “PROFEPA no da entrevistas” (Diario El Independiente, 28 de julio 2020). 

Mientras se espera la respuesta a solicitudes de información por parte de este informativo a las autoridades ambientales, fuentes dignas de confianza aseguraron que la mortandad es extendida, desde Bahía Magdalena, San Lázaro, Golfo de Ulloa, Asunción, San Roque y supera los 150 especímenes que indican algunas fuentes. 

Mientras el personal de PROFEPA sigue levantando muestras y ocultando cadáveres, los estudios para determinar las causas de la mortandad no serán determinadas por expertos locales sin que todas las pruebas de laboratorio para determinar la causa de la muerte de estos organismos serán determinadas en la Ciudad de México. 

Los cadáveres de los lobos marinos son enterrados por el personal federal en los sitios donde recogen muestras mientras la población sudcaliforniana desconoce si este fenómeno está afectando a las poblaciones humanas. 

Nuestras fuentes indican que no hay evidencia de daño por pesca incidental o violencia directa hacia las poblaciones de mamíferos marinos, por lo que las autoridades asumen que el fenómeno, que no afecta a peces o aves marinas, pudiera estar asociado a alguna forma de envenenamiento o toxicidad. 

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) fue informada desde el 4 de septiembre, según informó el diario nacional Excélsior, incluso mandaron a tres inspectores de oficinas centrales. 

Hay dos posibles explicaciones de tan impactante imagen. La primera se creyó en una intoxicación por micro algas en el mar. En periódico entrevistó a un experto a quien relacionó la mortandad debida a las grandes embarcaciones atuneras y sus grandes redes de encierro. 

Sin embargo, el hermetismo de las autoridades ambientales hacia este fenómeno hace pensar que la muerte de cientos de mamíferos marinos pudiera estar asociado a una toxicidad provocada por actividades humanas aún no determinadas.