Cabo San Lucas, Baja California Sur-. El pasado viernes un terrible accidente conmocionó a la comunidad turística y local de Los Cabos, cuando una moto acuática, aparentemente perdió el control, saliéndose del agua y estrellándose en el famoso restaurante Mango Deck en El Médano, llevándose a su paso a una vendedora ambulante de nombre Angelina, que murió a causa del impacto del vehículo acuático.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que han comenzado con las investigaciones necesarias para castigar a los responsables, así como protección Civil Municipal suspendió a la empresa dueña de la moto, el restaurante afectado aseguró que darán su total colaboración en la investigación de los hechos, lamentando los daños no solo materiales, sino de imagen al emblemático lugar, haciendo énfasis que lo más importante, sin embargo, son las triste consecuencias del accidente.

No obstante, algunos ciudadanos de Cabo San Lucas (CSL) además de lamentar el hecho aseguran que el accidente pudo haber tenido consecuencias menos catastróficas si las autoridades pusieran una especial atención en los restaurantes de la zona que están invadiendo la zona de playa, acusando que incluso no se puede casi caminar por la playa ya que la gran mayoría está ocupado por las mesas de los restaurantes.

“El accidente también es responsabilidad de esas empresas y muchos hoteles del área que prácticamente están en el agua, no respetan las medidas de al menos 20 metros de separación de mar, los accidentes pasan y se pudo evitar si respetarán el espacio”, dijo la señora Sánchez Aramburo.

Por su parte el señor José Anguiano considera que lamentablemente tiene que pasar una desgracia como esta para que las autoridades se den cuenta que las playas ya están invadidas por los empresarios “solo te dejan un metro para caminar, son dueños de las playas todos los negocios de esa área, pero obvio también el que les dio ese permiso porque le llenaron los bolsillos de billetes”, expresó.

Incluso hay quienes piensan, como la señora Díaz, que el restaurante no hubiera cercado la zona, la vendedora se pudo haber salvado del accidente. Como ella muchos ciudadanos consideran que es momento de que las autoridades revisen de manera detallada desde los permisos de operación de las motos acuáticas, como las concesiones para los negocios en las playas.

“Es una lástima y ciertamente se trata de una responsabilidad del servicio de motos, pero ojalá se pueda revisar también todas las irregularidades y corruptelas en la que caen estos establecimientos cuando disponen del espacio en la playa”, pidió el señor Cosío.