CIUDAD DE MÉXICO.

La directora del Centro Cultural Tijuana (Cecut), Vianka Robles Santana, reconoció hace unos días que las medidas tomadas para enfrentar la pandemia “involuntariamente afectó a un sector de la comunidad artística”, luego de que este espacio dependiente de la Secretaría de Cultura federal, que dirige Alejandra Frausto, siguiera las medidas de austeridad indicadas por el marco federal.

Así lo reconoció por escrito el actor, narrador y tallerista Luis Ángel Isaías Silva, uno de los artistas despedidos, pese a que Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), prometiera en abril pasado que los recortes presupuestales a causa del covid-19 no impactarían en el sector artístico, sino que se concentrarían exclusivamente en temas como papelería, arrendamientos y viáticos.

En entrevista con Excélsior, Luis Ángel Isaías dijo que fue removido de su trabajo en el Cecut desde marzo pasado, pese a laborar en este espacio desde hace una década.

Por esta razón, reconoció que ya espera la reapertura de tribunales en Tijuana para demandar al Cecut debido a que fue separado de su actividad “de forma injustificada”, con un adeudo de varios meses de trabajo.

Dicha denuncia será acompañada por integrantes del movimiento #NoVivimosDelAplauso, quienes ayer en una carta remitida a Robles Santana, titular del Cecut y a las autoridades de cultura, le exigieron la cobertura de los adeudos y la reinstalación del creador.

El artista reconoció que la directiva del Cecut tardó meses en atender la situación. Primero lo hicieron a través de una videocharla, donde la funcionaria indicó que el Cecut no cubriría adeudos posteriores a marzo y que era mejor que ni enviara más material.

El creador aseguró que la comunicación fue interrumpida de forma abrupta y, posteriormente, mediante el oficio DGCECUT/0168/ 2020 –cuya copia tiene este diario–, Robles Santana le informó que la decisión fue tomada sobre el Decreto Presidencial del pasado 23 de abril, “en el que se establecen las medidas de austeridad que deberán observar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal que, entre otras, implicó la cancelación o imposibilidad de renovación de los contratos suscritos bajo la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, lo que involuntariamente afectó a un sector de la comunidad artística”, reconoció.

Y aseguró que “somos conscientes de que la actual situación no es ideal para nuestra comunidad cultural, por lo que entendemos las inquietudes de algunos creadores y compartimos la reflexión de la importancia que en estos momentos tienen el arte y la cultura como acompañantes en el confinamiento”, “por lo que seguimos activos con nuestra oferta, pero también, a la atenta espera de que pronto cambie esta delicada situación que se vive en toda la República (Mexicana) y vuelvan a existir condiciones favorables para abrir las puertas del Cecut”.

Mientras tanto,  Alejandra Frausto acudió a la entrega de 108 apoyos a artistas y creadores en el estado de Tlaxcala.