Muy buenos días estimable lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.

Inicio esta columna comentando a Usted; Baja California Sur es uno de los Estados de la República Mexicana, que el próximo año 2021, organizaran elecciones federales y locales. Conforme a nuestra Constitución Estatal se habrán de renovar el próximo mes de julio del 2021, la totalidad de los Ayuntamientos, el Congreso Local y la Gubernatura por este preciso Estado de Baja California Sur. En virtud de los tiempos electorales en los que ninguna fuerza política cuenta aún con candidatos, la sociedad hace la siguiente reflexión, mas sobre el entorno político-electoral del Estado que sobre el propio proceso electoral.

Analizando la realidad electoral del Estado implica valorar algunas circunstancias: las preferencias tradicionales del electorado; el papel que han jugado los partidos políticos y los candidatos independientes antes, durante, y después de la elección, el desempeño de las autoridades electorales y la intervención de algunos factores sociales como por ejemplo los medios de comunicación. “Vayamos por partes”. Las elecciones en Baja California Sur, tanto locales como federales, tradicionalmente se han desarrollado en un clima de paz social. Desde la instalación de los órganos electorales hasta la resolución de las controversias suscitadas con motivo de la jornada electoral, nunca ha habido trastornos sociales o perturbación de la paz pública. En nuestro Estado, ya contamos con instituciones, leyes, reglas y órganos electorales que garantizan elecciones transparentes y creíbles. La arena electoral ya no debe ser pretexto para la confrontación y la discordia. Este debe ser el compromiso que tendrán que asumirlo los candidatos postulados por los partidos políticos y los candidatos independientes.

Ahora bien; los resultados electorales, salvo aislados y fracasados intentos de inconformidad, han sido acatados pacíficamente por los partidos y sus candidatos al igual que candidatos independientes. Esta circunstancia habla por sí misma de la madurez política de la sociedad Sudcaliforniana, pero además dice mucho de la civilidad de los partidos, candidatos independientes y de las autoridades electorales apegados siempre al respeto y la legalidad de los órganos electorales en Baja California Sur, los conflictos electorales, previos o posteriores, son virtualmente desconocidos.

En este contexto; la civilidad es una de las constantes de los procesos electorales en nuestro Estado de Baja California Sur, por lo que las posibilidades de que se genere un ambiente de conflicto electoral durante el proceso o con posterioridad, a él es casi nula, como ya lo escribí, en el Estado no existen antecedentes en ese sentido, pero además la madurez con la que se conducirán los actores políticos y la ciudadanía descartan contingencias de esa naturaleza, inclusive ante un escenario con resultados electorales demasiado cerrados. Aquí es necesario resaltar y advertir la importancia que en el desarrollo del próximo proceso tienen las autoridades electorales. En Baja California Sur las autoridades electorales son un árbitro independiente, confiable e imparcial, porque están interesados en el desarrollo del proceso no en sus resultados, porque les preocupa que el día de la elección se cuenten bien los votos y que gane las elecciones simplemente quien consiga más votos.

Concluyo; la estabilidad política y el consecuente avance en el desarrollo integral del Estado, es hoy Baja California Sur, una realidad y un sendero que los Sudcalifornianos no desean que se pierda; por ello la principal demanda a los partidos políticos es evitar confrontación política.