Estos son algunos pueblos fantasma en Rusia que puedes visitar y que te dejarán con los pelos de punta.
RUSIA.
Las películas apocalípticas muestran una aproximación a lo que ocurriría si la existencia humana estuviera amenazada, sin embargo, en algunas ocasiones la realidad puede superar a la ficción y, a lo largo del mundo, existen ciudades o pueblos que fueron abandonados.
En estos lugares se puede sentir un ambiente tenso y triste, es aquí donde las casas y edificios poco a poco son devorados por la naturaleza del lugar.
Kirovsky es una ciudad rusa que fue abandonada sin una razón, aunque algunas teorías hablan de experimentos durante el régimen soviético.
Ahora solo quedan algunas construcciones que reflejan lo que alguna vez fue un pueblo pesquero de la región del Krai ruso de Kamchatka.
Vérjniaya Gubaja fue abandonada por los habitantes en la década de 1970, debido a la grave situación ecológica en este lugar.
Durante siglos Vérjniaya (de arriba) Gubaja fue un asentamiento industrial típico de los Urales. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando un depósito de mineral de hierro fue descubierto allí. En la década de 1970, la situación ecológica se deterioró tanto debido a una planta química (y de coque) cercana, que los habitantes fueron reasentados en otras ciudades.
Este asentamiento fue abandonado en la década de los 90.
Cuando en 1937 uno de los depósitos polimetálicos más grandes del mundo fue descubierto cerca de la montaña de Iultín, en el Lejano Oriente ruso, surgió el asentamiento y la gente buscó prosperar allí. Existió hasta el estallido de la crisis económica de la década de los 90 y la extracción dejó de ser rentable. Ahora, solo las tormentas de polvo de cuarzo se arremolinan en el vacío.
Foto: timurakhmetov.com
Una de las numerosas ciudades militares abandonadas de Rusia, Alikel, cerca de la ciudad siberiana de Norilsk, fue fundada para albergar a pilotos militares. Pero cuando el escuadrón aéreo fue reubicado, la ciudad, con sus nuevos edificios de gran altura en medio de la tundra, fue abandonada.
La ciudad de Kadikchán fue abandonada por sus habitantes en 1996.
Cuando, en 1996, una explosión en la mina de carbón mató a seis personas, Kadikchán quedó condenada al fracaso. La mina se cerró y los habitantes se vieron obligados a irse para buscar trabajo en otro lugar. Sin embargo, varios cientos de personas se negaron a emigrar, a pesar de que casi todas todos los servicios civiles cesaron su funcionamiento. Solo cuando se cerró la sala de calderas se hizo imposible sobrevivir a las duras heladas del Lejano Oriente de Rusia, por lo que Kadikchán se convirtió en un pueblo fantasma.
En 1936 este asentamiento en la región de Riazán fue completamente aniquilado por un incendio que mató a casi toda la población: 1.200 personas.
Kursha-2 en la región de Riazán, cerca de Moscú (a unos 200 km), no recibió el mejor de los destinos. En 1936 este asentamiento fue completamente aniquilado por un incendio que mató a casi toda la población: 1.200 personas. Hoy, entre los restos del asentamiento solo queda una olvidada fosa común.
La antigua ciudad de Móloga, fundada en el siglo XIII, no sobrevivió al siglo XX.
La antigua ciudad de Móloga, situada en la región de Yaroslavl, fue fundada en el siglo XIII. Desafortunadamente, no sobrevivió al siglo XX. Durante la creación del embalse de Ríbinsk, la ciudad se inundó y la población fue evacuada poco antes. Algunas veces, cuando el nivel del agua baja, es posible ver las antiguas casas. Algunos residentes locales regresan con sus hijos y nietos a visitar su antigua "pequeña patria", como la llaman.
La existencia de Jalmer-Yu en la República de Komi dependía de su mina de carbón.
La existencia de Jalmer-Yu en la República de Komi también dependía de su mina de carbón. Cuando se cerró en la década de los 90 del pasado siglo, el destino del lugar quedó sellado, vaciándose el enclave. La Fuerza Aérea rusa ahora usa el área para prácticas de bombardeo y en 2005, un bombardero estratégico Tu-160 con Vladimir Putin a bordo, acabó con algunos edificios.
Finval, un pueblo abandonado en la península de Kamchatka.
Este asentamiento para marinos y miembros de sus familias se fundó cerca de una base de submarinos militares en la península de Kamchatka. Cuando los submarinos fueron retirados de allí, Finval quedó convertido en un pueblo fantasma.
Hoy a este pueblo solo se puede llegar por agua.
Durante muchos años Charonda (en la orilla del lago Vozhe, en el norte ruso) había sido una ciudad próspera con una población que llegó a ser de 14.000 habitantes en el siglo XVII. Con el tiempo, las rutas comerciales fueron desapareciendo, eliminando los accesos al área. Hoy solo se puede llegar a ella por agua.