La Paz, Baja California Sur.- El paso del huracán “Genevieve” dio muestras de una cultura de la prevención y la solidaridad que ya están arraigadas entre la sociedad sudcaliforniana. En Todos Santos, ante la posibilidad de ser afectados por la lluvia que acarreó el huracán, la sociedad se movilizó para hacer llegar todo lo necesario a cerca de las personas requirieron de un albergue. 

“El huracán trajo mucha agua, pero afortunadamente nada que lamentar” relató Denisse González voluntaria del comedor “Platos con amor” que surgió de las necesidades de las personas afectadas por COVID-19 cuando se organizaron para ofrecer comida a las familias afectadas por el confinamiento social. 

Ahora ya con la ayuda de las autoridades de la Delegación de Todos Santos, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la sociedad todosanteñas reunieron los ingredientes necesarios y pusieron manos a la obra para poder dar alimentos tanto a los albergados como a las corporaciones de emergencia de guardia permanente. 

Pero no todo es “echarle ganas”, con la pandemia por un lado y el huracán acercándose por el pacífico cuidar de la salud de las personas es una doble tarea. 

Realizar labores de asistencia social ahora tiene el riesgo agregado de convertir la buena voluntad en un foco de contagio, por ello, todos los asistentes del comedor tuvieron que mantener estrictos protocolos de higiene para mantener a la raya el riesgo de contaminación de los alimentos y las familias afectadas por la doble contingencia. 

Luego de asegurar que el sitio este seguro contra posibles inundaciones, para evitar la posibilidad de contagio, se debe desinfectar tanto el comedor como el albergue ubicado en la Casa del Estudiante de Todo Santos. 

Este proceso se logró con el apoyo del H Cuerpo de Bomberos quienes, previo que todos los trabajos comenzaran selló posibles entradas de agua, verificó la seguridad del lugar y realizó una desinfección general del espacio. 

Las voluntarias y voluntarios de “platos con corazón” realizaron un total de 140 platos de comida caliente, (50 cenas, 40 desayunos y 50 comidas) que fueron distribuidas a toda la ciudadanía. 

“Somos afortunados de tener gente en Todos Santos que apoya sin pensarlo dos veces” dijo la voluntaria Denisse quien relató todo el proceso para Diario El Independiente. 

Afortunadamente, “Genevieve” pasó sin generar problemas en la comunidad de Todos Santos una comunidad que no es ajena al embate de los fenómenos naturales. 

Eso sí, “dejó mucha agua” comentó nuestra informante, sin causar daños, es una bendición para la el pueblo mágico de apacibles huertas mango.