San José del Cabo, Baja California Sur. - Latente riesgo es el que a diario enfrentan decenas de peatones y automovilistas a causa de drenajes y registros que se encuentran descubiertos, sumando otro desafío para la movilidad urbana. 

Ejemplo de ello se puede percibir a solo metros de un paradero de transporte público que se localiza sobre la intersección de la carretera transpeninsular y la calle Baja California, en la colonia El Zacatal, frente a la tienda Chedraui. 

El conducto subterráneo ni siquiera cuenta con un señalamiento que prevenga o advierta a peatones y automovilistas para evitar accidentes, y son aquellas personas que se desplazan en silla de ruedas o quienes padecen discapacidad visual quienes enfrentan mayor peligro. 

Durante el recorrido que realizó Diario El Independiente por el lugar, se platicó con la joven Haydé,  quien precisamente esperaba el transporte público muy cerca de donde está ubicado este registro, señalando que aunado al riesgo de accidentes otra situación que se presenta es que el mismo también utilizado como depósito de basura. 

“Me ha tocado ver que algunas personas que se están tomando un refresco o agua van y ahí avientan la botella, también la basura que arrastra el mismo viento va y cae ahí, y pues no se ve que le den mantenimiento” dijo la joven. 

Asimismo, indicó, que el registro destapado se convierte en mayor peligro durante las noches. “La verdad sí está muy peligroso, puede caer una persona o hasta un carro, está muy cerca de la carretera, más en las noches que es cuando menos se ve, mucha gente cuando baja del camión se atraviesa corriendo desde el otro lado carretera, directo por donde están los hoyos” agregó. 

Ante el inminente riesgo que representa este conducto subtarreneo, es necesario que los responsables del mantenimiento del mismo atiendan el problema, y no esperen más a que se registre un accidente o bien, el mismo colapse cuando se registren las primeras lluvias fuertes. 

Al desafío de drenajes y registros abiertos que enfrentan peatones, también se suma el mal estado en que se encuentran decenas de banquetas, muchas de ellas obstruidas, lo cual resulta común observar en la ciudad, dejando en evidencia los serios problemas que existen por atenderse en materia de libre movilidad.