La Paz, Baja California Sur.- Una investigadora sudcaliforniana descubrió el efecto insecticida que tienen algunas moléculas presentes en las algas marinas, la molécula pude tener diversas aplicaciones sobre todo por su toxicidad en plagas como el insecto que es vector del dengue y otras enfermedades. 

Los resultados fueron divulgados por  la investigadora Ana Laura González Castro, científica del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) quien aisló terpenos que tienen efecto tóxico entre algunas especies de insecto. 

Ahora sus investigaciones de doctorado se enfocan en la exploración del efecto que tienen dichos compuestos en las larvas del mosquito Aedes aegypti, especie que es vector de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya 

Los terpenos, explicó “son compuestos que son liberadas por las algas marinas para defenderse de y sobrevivir de la vegetación marina”. 

Estos compuestos son liberados “cuando se da la presencia de un herbívoro que los está consumiendo, las algas marinas producen estos terpenos que disuaden a las especies que los están consumiendo” indicó. 

La investigadora aisló especies de algas presentes en la flora submarina sudcaliforniana, de las cuales extrajo los compuestos que sintetizan las algas marinas. 

“La importancia de este tipo de compuestos es su actividad biológica, se sabe que este tipo de compuestos tienen actividad antioxidante, anticancerígeno, antitumoral y una de estas actividades es la actividad insecticida que es en la que nos hemos enfocado”, expresó al divulgar los resultados preliminares, y agregó que el efecto insecticida puede tener aplicaciones económicas. 

“Entendiendo su nombre y cómo está constituido ese compuesto, podemos hablar de formulaciones para elaborar un insecticida o larvicida”, aseveró. 

“El efecto insecticida puede eliminar plagas de insectos en plantaciones o los mosquitos vectores de enfermedades humanas”, ejemplificó. 

“Estamos cercanos a lograr el producto”, aseguró al explicar que en este tipo de desarrollos de tecnología lo más difícil es lo que han logrado “una vez aislado el extracto que resultó tener actividad insecticida, lo seguimos trabajando para identificar los compuestos responsables de esta actividad”. 

“Entendiendo su nombre y cómo está constituido ese compuesto, podemos hablar de formulaciones para elaborar un insecticida o larvicida”. 

“Lo que creemos y buscamos es esto, pero antes debemos hacer las pruebas respectivas porque lo que queremos es que no cause daño a especies no objetivo, es decir otros organismos que son benéficos para las plantas y otros organismos incluido el ser humano” finalizó.