• Pese al coronavirus “la balanza comercial de bovinos en pie y carne es superavitaria en 930.1 millones de dólares”, planteó Oswaldo Cházaro Montalvo, presidente de la Confederación
Ciudad de México. Pese al coronavirus “la balanza
comercial de bovinos en pie y carne es superavitaria en 930.1 millones de
dólares”, planteó Oswaldo Cházaro Montalvo, presidente de la Confederación
Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
En el webinar Impacto y Retos en el Sector
Ganadero ante el Covid-19, organizado por la Universidad Autónoma de Nuevo
León, destacó que de enero a junio del 2020 contra el mismo período del 2019,
las exportaciones crecieron principalmente a Estados Unidos hacia donde se
destina el 85.5 por ciento y al mercado de Asia Pacífico con el 10.9 por
ciento; las de becerros en pie son mayores en 7.6 por ciento con poco más de
773 mil cabezas, y se aprecia una baja de en el valor comercial en 6.9 por
ciento.
Sobre las importaciones de carne de res en
estos mismos períodos dijo que presentan una reducción de 25.6 por ciento en
volumen y el valor comercial baja en 25.1 por ciento a 388.6 millones de
dólares debido a que el precio de compra sube en 0.7 por ciento;
Subrayó que el Covid-19 ha representado un
“punto de inflexión” para los sistemas producto de la proteína animal debido a
los retos que impone, pero hay que adaptarse a las nuevas condiciones y
aprovechar las fortalezas.
Expuso que el coronavirus estableció un
parteaguas de orden mundial; el comportamiento social, económico y político es
diferente desde su aparición y abren una nueva época; en el caso del sector
pecuario en México, principalmente la porcicultura, avicultura, apicultura,
ovinos, caprinos, bovinos leche y carne significa un punto de inflexión
superarla y aprovechar las fortalezas y oportunidades que se tienen”.
Consideró que ante la contingencia sanitaria
se deben aprovechar las fortalezas que se tienen en materia de sanidad, e
inocuidad, genética, procesos basados en normas de calidad, estructura
organizativa y la perseverancia del ganadero mexicano.
“Si bien es cierto que el Covid abre época,
para México coincide con la innegable realidad de un cambio profundo en la
visión de desarrollo desde el gobierno federal y además con la renegociación y
puesta en marcha del T-MEC, que sin duda sigue siendo en volumen y profundidad
el más importante entre los que se han firmado”.
Expuso que la pandemia afectó a muchos
sectores, incluido el pecuario, aunque en menor medida, por ser parte de la
actividad agropecaria declarada como esencial, y señaló que hay una tendencia a
la “recuperación de precios de la carne y el ganado basada principalmente en la
creciente exportación”.
Detalló que la producción nacional de carne
en el 2019 fue de 2.1 millones de toneladas, de las cuales se exportaron 270
mil toneladas, principalmente a Estados Unidos; se importaron 190 mil
toneladas, se vendieron al exterior 1.3 millones de ganado en pie; el consumo
nacional aparente fue de 1.9 millones de toneladas y el per cápita de 15
kilogramos por habitante.
Sobre el valor de las exportaciones de carne
fueron de mil 418 millones de dólares, las de ganado en pie de 824 millones de
dólares y las importaciones representaron un gasto de 860 millones de dólares,
por lo que se tuvo un superávit en la balanza comercial de mil 318 millones de
dólares.
Indicó que ahora ya se puede “apreciar una
tendencia a la recuperación de precios de la carne y el ganado basada
principalmente en la creciente exportación”, pero a pesar de ello, “de ninguna
manera se puede avizorar un futuro cómodo; de hecho, para los ganaderos
mexicanos existen, hoy acentuados, problemas estructurales que van desde la
diversidad en tamaño y tipo de sus explotaciones, la mayoría pequeñas, hasta la
lejanía entre la producción primaria y el consumidor que dificulta a la
correcta distribución del valor agregado”.
Recordó que hubo crisis por el cierre de
plantas por contagio en varios países, no fue el caso de México, por lo que
cambió el hábito de consumo y en consecuencia en la forma de comercializar los
alimentos; cada sistema producto de la proteína animal tiene una condición
diferente, que incide en las cadenas productivas pecuarias que con mucho
esfuerzo y de muchos años compiten en los mercados globalizados.