• Debemos integrar a los pueblos en la conservación de la biodiversidad, plantea el titular de la Semarnat.
Ciudad de México
Un acto de elemental justicia, consideró
el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
Víctor Toledo, la expedición de una ley de Consulta Indígena para tomar parecer
a las comunidades cuando se vayan a desarrollar proyectos de gran envergadura.
“No es posible que ningún proyecto que se
realice hoy en día en México –con apenas 200 años de antigüedad como sociedad–
(se) intente implantarlo afectando culturas que tienen cientos, miles de años,
como en el caso de los mayas o los huastecos.”
Al participar en un conversatorio virtual a
propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Toledo no aludió a
sus críticas hacia miembros e instancias del gobierno federal difundidas a
mediados de semana.
A lo largo de su intervención, en los
mensajes enviados por quienes siguieron en vivo la transmisión, hubo numerosas
expresiones de apoyo al funcionario.
En la misma sesión, la diputada Irma Juana
Carlos, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas de la Cámara de
Diputados defendió el derecho de disponer de una legislación en materia de
consulta y dijo que impulsarla será una de las prioridades en el próximo
periodo ordinario del Congreso.
Proponemos crear la Ley General de Consulta
Indígena, además de que se reforme el artículo segundo (de la Constitución) para
que seamos sujetos de derecho público y el sistema nos deje de mirar como a
esos niños pequeños que todavía no pueden decidir por sí mismos”, indicó la
legisladora.
El titular de la Semarnat fue enfático: “Hoy
sabemos que las comunidades indígenas poseen una superficie de 28 millones de
hectáreas, donde se capta buena parte del agua del país y se concentra la mayor
biodiversidad del país. El mejor ejemplo es que las mayores porciones que
todavía quedan de selvas tropicales coinciden con sus territorios.
En términos de la conservación de la
biodiversidad nos invita a cambiar el paradigma para integrar a los pueblos
indígenas y en general a las comunidades como copartícipes de la conservación y
también a reforzar mediante estímulos de todo tipo la presencia de estas
comunidades alrededor o incluso adentro de las áreas naturales protegidas.
No debe olvidarse, agregó, que si
hoy estamos conservando, a través de 182 áreas protegidas, 30 millones de
hectáreas ha sido precisamente porque la presencia de las comunidades permitió
la preservación de porciones importantes de vegetación y de especies de flora y
fauna.
Por ello, resaltó que en los planes de la
Semarnat los pueblos indígenas son actores centrales y su integración es clave
en las tareas de la dependencia.