La Paz, Baja California Sur.- Aunque los gastos son cubiertos por los servicios públicos de salud, enfermarse de COVID-19 puede tener un costo elevado. Y aún con la cobertura médica del IMSS, ISSSTE o INSABI, las familias pueden incurrir en gastos extraordinarios. 

Y es que entre el uso de cubrebocas especializados para la familia, pruebas para confirmar el COVID-19, servicios hospitalarios, inhaloterapia y otros insumos para la recuperación, tener un familiar con un cuadro complicado de COVID-19 si puede ser también un dolor de cabeza para las finanzas familiares. 

Las pruebas 

“Me fui a hacer la prueba al privado, porque necesitaba estar segura y no me iban a dejar faltar al trabajo a menos que mostrara el positivo” dijo Nancy, una madre de familia que trabaja en un establecimiento dedicado al lavado de ropa, me costó como “mil pesos” dijo a Diario El Independiente. 

Ésta es la única prueba “rápida” que admiten las autoridades mexicanas como un “caso oficial”. 

´No obstante se oferta otro tipo de prueba, más económica que es ofertada por algunos laboratorios locales por alrededor de mil 200 pesos. La prueba “rápida” solo da certeza de haber sido contagiado por el COVID-19. La prueba no da certeza de portar el virus hasta después de haber pasado por un cuadro de la enfermedad, es decir, solo sirve para saber si ya se fue asintomático o si una infección leve pudo haber sido coronavirus. 

La prueba que hacen los hospitales del sistema públicos de salud (SSA, IMSS, ISSSTE), que emplea la reacción en cadena de la polimerasa para amplificar el contenido viral presente en el paciente es gratuita, pero los tiempos de toma y otros factores de índole personal obligan a ciertas personas a realizarse la prueba por medio de un laboratorio privado. 

Preguntamos entre diversos laboratorios del estado, y la prueba de PCR, que es el procedimiento de laboratorio que da mayor certeza de que un hisopado de mucosa de las vías respiratorias del paciente acarrea contenido genético similar al del SARS-COV-2 (el virus que provoca COVID-19), pude tener un costo que varía entre los 2mil 900 hasta los 4 mil 200 pesos. 

La hospitalización 

Se conoce como COVID-19 a las complicaciones relacionadas con la infección por coronavirus que provocan una serie de trastornos, entre los cuales se encuentra la pérdida de capacidad respiratoria a un grado que requiere que los pacientes con dichas complicaciones obtengan medios artificiales para lograr mantener el oxígeno en la sangre. 

Por la intensidad que se requiere para los cuidados del paciente con COVID-19, en realidad, pocas personas podrían costear el recibir atención por este padecimiento en un hospital privado. 

Este fin de semana, por ejemplo, se pidió el apoyo para un profesor de educación física de nombre Rafael, quien tras ser diagnosticado por el virus recibió, por alguna razón atención médica en un hospital privado donde, según se divulgó el costo diario por mantenerle con vida en la unidad de cuidados superaba los 300 mil pesos diarios. 

Los familiares de Rafael suplicaban el apoyo de las autoridades para poder encontrar una cama en un hospital del servicio público pues, con más 10 días de complicaciones por la enfermedad la cuenta sumaba ya más de 3 millones de pesos. 

La oxigenación 

Luego de superar favorablemente una crisis por COVID-19 termina en una condición de agotamiento de sus sistemas y perdida de la capacidad respiratoria que, en condiciones normales ameritaría que la persona continúe bajo cuidados médicos. Sin embargo muchos pacientes son dados de alta en cuanto las condiciones lo permiten y se les indica terapia de inhalación de oxígeno para mejorar la captación del vital gas. 

El costo de los insumos y aditamentos para usar un tanque de oxígeno grado médico puede ser elevado. Además de un deposito por el tanque, se deben comparar todos los aditamentos, “Fueron 3 mil 800 por el depósito y renta del tanque. Además, pagamos 2 mil 930 por el regulador y 150 pesos de humidifícador y la cánula nasal. El ISSSTE absorbió una parte del costo sino serían como 12 mil pesos” expresó la familiar de una paciente quien dijo que aún no sabe cuántos rellenos de oxígeno tendrá que solicitar a los negocios especializados en gases grado médico antes de que su ser querido recupere niveles aceptables de oxígeno en sangre. 

Además, “para cuidarlo tuvimos que comprar N95” dijo al referirse a los cubrebocas que, permiten evitar que se pueda contagiar de los virus de su familiar. “los N95 cuestan 65 pesos en la tienda de pinturas y los médicos costaron 769 pesos la caja con 10”. 

“Además desinfectamos toda la casa, eso nos costó 1000 pesos” sumó, quien al menos tiene buen humor, con la certeza de saber que su ser querido tiene la fortuna de volver entre su familia: “quedarse en casa, no tiene costo”, expresó a este matutino.