• Así se titula su cuarto libro, y es una frase que lo define en toda su grandeza
CIUDAD DE MÉXICO.
Un
líder con el cromosoma del amor, así se titula su cuarto libro, y es una frase
que lo define en toda su grandeza.
Carlos de Saro, escritor,
conferencista y maestro con síndrome de Down, que sorprende a quien lo lee o lo
escucha con su inteligencia, entusiasmo y sus ganas de salir adelante.
Tengo diferentes temas, ofrezco
conferencias sobre el ser humano, enfocado en lo que es la autoestima; hablo
también de discriminación; los derechos y las obligaciones de las personas con
discapacidad; sobre discapacidad también, y sobre inclusión laboral y educativa
para personas con discapacidad”, explicó.
A punto de cumplir 42 años, el
próximo 26 de agosto, Carlos de Saro nació en la Ciudad de México y desde los ocho
años de edad vive en Cuernavaca, Morelos.
En entrevista con Excélsior,
relata que su niñez y adolescencia transcurrió de forma tranquila y fue hasta
que tenía 25 años cuando se enteró que tenía síndrome de Down.
Para ese entonces ya había
estudiado para técnico en computación con diplomado en mantenimiento de
computadoras.
Yo viví toda mi niñez sin saber
que tenía una condición, una discapacidad, hasta que mi papá impresionado de
que ya era técnico en sistemas computacionales, que ya tenía el diplomado en
mantenimiento, que salía ya a dar servicio a computadoras, y todo eso, fue
cuando me dijo”, detalló.
Carlos considera que el secreto
fue que en su casa siempre le brindaron mucho amor, le tuvieron paciencia y lo
hicieron sentir que podía hacer lo que se propusiera.
La confianza en uno mismo es
importantísima, asegura, algo que muchas veces les falta a las personas que
tienen su misma condición.
Básicamente son los papás, que no
creen en la capacidad que tienen sus hijos, que tienen la condición, que no les
dan el amor y la paciencia que deben entregarles a sus hijos, tomarlos de la
mano y volar con ellos, así como mi mamá y mi padre hicieron conmigo”, señaló.
Ahora en plena pandemia de
Covid-19, Carlos de Saro sueña con terminar el bachillerato que ya estudia en
línea, encontrar una editorial que lleve sus seis libros a los anaqueles de
todo el país y seguir dando charlas y clases que ayuden a otras personas con
síndrome de Down a desarrollar todo su potencial.
Dijo que por el momento el papel
de todos los mexicanos es mantenernos resguardados en casa y en caso de tener
que salir ponernos el cubrebocas.
Me tocó ver un caso la semana
pasada de un señor que no creía en el virus, le dio la enfermedad y está en el
hospital, afortunadamente ya está mejorando. El llamado es a hacer caso a las
indicaciones sanitarias que nos da el gobierno, para que esto cambie a un
semáforo verde o un semáforo amarillo, creo que mucho está en hacer lo que se
nos indica”, manifestó.