• Un campanazo de alerta retumba en los clubes con la salida del juvenil Eugenio Pizzuto
Ciudad de México
Un campanazo de alerta retumba en los clubes
con la salida del juvenil Eugenio Pizzuto, quien dejó al Pachuca con un palmo
de narices, toda vez que el cuadro hidalguense no recibirá un centavo por el
brinco del atacante al viejo continente. La directiva, afamada por exportar
jugadores y sacar una jugosa tajada, esta vez fracasó rotundamente. Al mejor
cazador se le va la liebre.
En anteriores transacciones,
como ocurrió con Hirving Lozano, el equipo de Jesús Martínez Patiño logró sacar
hasta doble ganancia, ya que al venderlo al PSV Eindhoven en 24 millones de
euros se quedó además con un porcentaje del valor de la carta, y cuando
el Chucky fue traspasado al Nápoles el feudo tuzo ganó 8 millones de
euros adicionales.
En esta ocasión, el papá y
representante de Pizzuto nunca permitió que su hijo firmara contratos
superiores a un año con Pachuca, por lo que Eugenio estaba libre en el momento
de negociar con el club galo Lille, el cual proyecta prestarlo. El jugador de
18 años, quien está saliendo de una lesión en la pierna derecha, tiene también
nacionalidad italiana y podría ir al portugués Boavista o al belga Mouscron.
De maravilla le hubieran caído
unos buenos millones de euros a Martínez, quien insistió en que el joven se
quedara un año más con los Tuzos; esperaba un sí de agradecimiento tras haberlo
apoyado durante los seis meses que duró la rehabilitación, pero no… Resignado y
con un dejo de amargura se declaró orgulloso de que Pizzuto se haya
desenvuelto en nuestro modelo, le deseó buena suerte y pues las
reglas son así.
La cantera de Santos Laguna
también alzó la mano y anunció la salida del zaguero Gerardo Arteaga rumbo al
Genk belga, una liga de bajo perfil, pero excelente oportunidad para un jugador
de 21 años. Otro que considera le llegó el ahora o nunca es el regio
César Montes, quien a sus 23 abriles sería pretendido –así como
Jesús Tecatito Corona– por el Sevilla.
Estas exportaciones son una
lucecita de talento que logra escapar por el resquicio que permite la
saturación de foráneos. Tal parece que si no hacen importaciones, los clubes sienten
que llegan cojos a la competencia que en realidad se concentra en cinco o seis
equipos. Ahí está el América, que tras el torneíto en el que fue exhibido, se
apresuró a ir por Sergio Díaz. Era sólo falta de confianza, porque en un par de
juegos tomó la cima.
Menuda tarea tienen la Liga Mx y la Federación
Mexicana de Futbol ante el caso de Cruz Azul. Desde hace una década un maremoto
sacude a uno de los equipos más populares del balompié nacional; en ese lapso,
los dirigentes nunca titubearon: se apostaron en formación cerrada y
respaldaron –hasta el último momento– a Guillermo Billy Álvarez.
El año turbulento no termina.
Los vaivenes por la pandemia todavía no cesan y está claro que el asunto que
envuelve a la Cooperativa de la empresa cementera inevitablemente tendrá alguna
repercusión en uno de los clubes insignia de la Liga Mx, parte de los
cuatro grandes junto con Águilas, Chivas y Pumas, pese a su largo ayuno de
cetros.
La labor de Jaime Ordiales y
de Robert Dante Siboldi es atemperar los ánimos en el plantel celeste, para que
los temas extracancha no estropeen la marcha del equipo, que el sábado, sin
Jonathan Rodríguez, fue incapaz de vencer al Puebla. Los federativos también
están expectantes respecto al desenlace del asunto judicial que afronta Billy,
pero, a la vez, consultando los temas legales que les compete.
Especialmente los artículos 17
y 66 del Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede, que mencionan conductas y
actos de dudosa reputación de los socios como causales de
desafiliación. El jueves la Liga Mx emitió un comunicado puntualizando que el
problema de su socio es en su calidad de representante legal de la
Cooperativa La Cruz Azul y no así hacia el Club de futbol Cruz Azul.
El torneo Guardianes registra
algunos partidos con chispazos que sacuden el sopor. América con Roger Martínez
en plan estelar vapuleó a unos Xolos famélicos, Necaxa no da una y Toluca
vuelve a la vida de la mano de Rubens Sambueza. Los casos de jugadores que dan
positivo siguen salpicando a diestra y siniestra; los técnicos no se salvan,
van tres: Guillermo Almada, Luis Fernando Tena y Gabriel Caballero.