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Hoy es miercoles, 9 de octubre de 2024

82% de maestros en BCS desconfían de clases virtuales: Estudio

El profesor Tito Fernando Piñeda, dijo que fue realizado con estudiantes de posgrado de la Escuela Normal Superior

82% de maestros en BCS desconfían de clases virtuales: Estudio

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La Paz, Baja California Sur -  Al menos el 82 por ciento de los maestros encuestados por estudiantes de posgrado en Ciencias de la Comunicación, de la Escuela Normal Superior (ENS), no confían en la efectividad de las clases “virtuales” en Baja California Sur (BCS).

Esto informó el maestro Tito Fernando Piñeda Verdugo, quien dijo haber realizado esta “encuesta piloto” hace apenas 2 meses con motivo de la pandemia de COVID-19.

Como un trabajo de Metodología de Investigación Educativa y Formación, se diseñó la encuesta sobre conocimientos docentes ante las tecnologías de información y comunicación (TIC).

“No es porque yo sea maestro, pero después de la agricultura y la producción de alimentos sanos, considero que de las prácticas más importantes para la sociedad en la que vivimos”, dijo Piñeda.

“Producir conocimientos y cultivar habilidades en las aulas, requiere un esfuerzo cognitivo y muchísima sensibilidad para identificar las particularidades de los grupos”, agregó.

Dijo necesario reconocer condiciones físicas, culturales, económicas e incluso, emocionales, en las que los estudiantes sudcalifornianos se desenvuelven.

“De lo contrario no sería posible diseñar estrategias pedagógicas pertinentes, o sea, que verdaderamente permitan producir aprendizajes significativos”, sentenció.

La encuesta “piloto” fue respondida por 111 docentes “en activo”, principalmente de primaria, secundaria y preparatoria.

El 40 por ciento, fueron hombres y el 60 por ciento, mujeres.

El 25 por ciento de los encuestados declaró una experiencia docente “de 1 a 5 años”; el 31 por ciento, de hace “6 a 10 años”; el 29 por ciento, “más de 11 años” frente a grupo y un 15 por ciento, “más de 15 años”.

El 56 por ciento de los encuestados negaron haber utilizado “por lo menos 1” plataforma virtual para las actividades académicas; el 44 por ciento mencionó que “sí” lo había hecho.

El 52 por ciento señalaron que “no” han tomado ningún tipo de curso referente a educación a distancia y las nuevas tecnologías; solo el 48 por ciento respondió que “sí”.

Pero a pesar de ello el 85 por ciento de los maestros y maestras, ya utilizaban para entonces software o alguna aplicación para tener comunicación “en tiempo real” con alumnos.

Docentes que respondieron a la encuesta suponían “poco probable” cumplir con los aprendizajes de los programas de estudio, principalmente educación básica y media superior.

El 56 por ciento no estaba seguro de ello, el 27 por ciento mencionó que no era posible y sólo un 18 por ciento estaba seguro que los procesos educativos llegarán a buen puerto, dijo.

“Dos las razones principales: porque sus estudiantes se desenvuelven en condiciones precarias y por supuesto, por el asimétrico acceso a dispositivos tecnológicos”, expuso Piñeda Verdugo.

Piñeda Verdugo explicó que “obligados” por las circunstancias, ha emergido la idea de transitar de las TIC, a las Tecnologías de Aprendizaje y Conocimiento (TAC).

“Un celular de ser un medio por el cual se transfieren datos, se convertiría en un dispositivo tecnológico a través del cual se organiza y gestiona información por los agentes educativos”, expuso.

“A la postre, se edifican conocimientos nuevos de manera autónoma. Este tipo de transformaciones no se pueden dar por acuerdos sectoriales, económicos o decretos presidenciales”, añadió el profesor.

Todo ello es un proceso que será paulatino, explicó el maestro, porque implica un “cambio cultural radical”, al transformar la manera en que se producen saberes en las escuelas.

“Fortalecer relaciones pedagógicas donde los estudiantes, sean considerados como sujetos capaces de ejercer su autonomía”, expuso.

El profesor advirtió que estos datos “no son determinantes”, pero pueden dar una idea del reto al que se enfrentarán maestros y maestras de todos los niveles.

“El futuro nos alcanzó y dejó al descubierto las condiciones en las que vivimos, y las condiciones de posibilidad en la que nos encontramos como docentes”, expuso.

“Hacer frente a esta situación requiere creatividad colectiva, imaginación y análisis de la nueva condición en la que nos encontramos”, agregó.

Dijo inevitable pensar las dificultades que habrá en la península de Baja California, que serán distintas a las que habrá “por ejemplo”, en Sonora, Sinaloa, Oaxaca o en Chiapas.

“El gobierno optó por la salida tradicional: acordar desde las oficinas centrales, ahora con las televisoras que más daño han hecho en términos educativos, un proyecto educativo que poco tiene que ver con procesos pedagógicos avanzados”, expuso.

“Difundir los contenidos elaborados por un emisor hacia un receptor que se supone debe interiorizar si desea tener una buena calificación, es la forma más retrógrada de concebir la educación”, añadió.

Criticó que nada aleja más a los “sujetos autónomos” que requiere esta nueva realidad, que una “educación bancaria”.

Citó a Manuel Gil Antón, especialista del Colegio de México, para referir que, esta “nueva normalidad educativa” es un indicio de los acuerdos entre el gobierno y los hombres más poderosos de México.