• La artista visual mexicana dedica un tercer libro a la escritora británica y anuncia el cierre de La Dïéresis
CIUDAD DE MÉXICO.
Ala
artista visual Anaïs Abreu D’Argence le gusta tanto la obra y el legado de la
escritora británica Virginia Woolf (1882-1941) que quiso llevarla consigo
siempre, muy cerca, por lo que decidió tatuarse en el antebrazo el rostro de la
autora de Una
habitación propia (1929).
La amo. Tengo una absoluta
devoción y obsesión por la obra y la vida de Woolf. Es una de las mejores
escritoras que han pisado la tierra. Era una mujer impresionante y una absoluta
revolucionaria en la época que le tocó vivir, una feminista auténtica”, comenta
Abreu en entrevista con Excélsior.
Cuenta que fue con una tatuadora
que le hizo “un trabajo extraordinario” a partir de trazos sencillos y le
pareció que “la imagen daba para mucho”. Así nació la idea del tercer libro de
artista que dedica a la novelista inglesa, Army, cuya portada
es un collage de ese dibujo de Woolf impreso en tela con hilo de seda rojo.
Me encontré con una de sus
frases: ‘El ejército es el cuerpo, yo soy el cerebro, pensar es mi forma de
batalla’. Y se me antojó intervenirla. Trazo la imagen de mi tatuaje de forma
diferente en cada ejemplar, la dibujo y la tachoneo, el ojo, la frente, la
nariz. Son los diálogos que tengo con ella”.
De este título, la también
editora confeccionó sólo diez ejemplares, que van adentro de cajas pintadas con
“colores que tienen que ver con el confinamiento”: cinco grises y cinco
mostaza, impresos por el sello artesanal La Dïéresis.
Game y Tuesday/ Martes son
los otros dos libros arte-objeto de Abreu, de edición limitada, inspirados en
la obra de la autora de La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927).
Game consistía en tres biombos que se
desplegaban. Era una intervención al último fragmento de su novela Las olas (1931),
el epitafio que su marido mandó grabar en su tumba. La imagen de ella iba
desapareciendo y había un círculo que se iba haciendo pequeño y lo atravesaba
un hilo rojo. Le fui quitando palabras al texto, para evocar la sensación de ir
perdiendo el aliento, pero a la vez el dolor se tornaba más fuerte; mientras
más dolor, hay más silencio. De éste hice 20 piezas”, narra.
Después, continúa la directora de
La Dïéresis, dio vida a Tuesday/ Martes. “Un juego visual a partir de su carta
de suicidio. Imprimí algunas de las fotografías tomadas por ella en su última
casa, en Sussex, y les hice unos cortes. Intervine su carta de suicidio. Al
final, ella la firma con una ‘V’, y yo la invierto y pongo una ‘A’. Es mi
propio proceso, porque el año pasado, cuando realicé este libro, estuve en una
crisis suicida espantosa. Fue algo catártico”, explica.
Abreu adelanta que Army es uno de
los últimos títulos que publicará La Dïéresis que, tras una década de trabajo y
un catálogo de 50 libros, entrará en una “pausa indefinida” debido a los altos
costos de los materiales, al mercado restringido de lectores y a la crisis
económica motivada por la pandemia del covid-19.
Detalla que sacarán además tres
libros que tenían comprometidos desde el año pasado, sobre los que los artistas
ya están trabajando: uno es Rojo, un poema de David Huerta traducido al inglés por
Robin Myers, con grabados del pintor Vicente Rojo; el segundo es el poema Eurídice, de Elisa
Díaz Castelo, ganadora del Premio de Poesía Aguascalientes, también traducido
al inglés por Myers; y el tercero es un juego visual del poema Dos aún, de Henri
Michaux, en la traducción de Jorge Esquinca.
Abreu dice que en diez meses más
estarán listos estos tres títulos, para cuya venta explorarán varios métodos,
como una suscripción conjunta.