• La medida temporal contra Marco Aurelio González Romero no prejuzga culpabilidad ni limita la investigación que realizan las autoridades
Ciudad de México
La Comisión de Disciplina del Consejo de la
Judicatura Federal (CJF) suspendió por seis meses a Marco Aurelio González
Romero, secretario de acuerdos del Juzgado Segundo de Distrito en Procesos
Penales Federales de Toluca.
Lo anterior derivado de la denuncia interna
presentada por la judicatura el pasado 2 de julio, así como de la que realizó
el día de ayer la Fiscalía General de la República (FGR).
La medida cautelar se dictó para continuar
con la investigación y deslindar responsabilidades por posibles violaciones, tales
como cohecho, utilización indebida de información, tráfico de influencia,
encubrimiento, entre otras.
La resolución se toma en el contexto del auto
de libertad en el caso de José Ángel Casarrubias Salgado, El
Mochomo, quien fue recapturado el 1 de julio, antes de que
abandonara la zona aledaña al Centro Federal de Readaptación Social número uno
de El Altiplano, en Almoloya de Juárez, estado de México
El Mochomo es el líder de la organización delictiva Guerreros
Unidos y considerado uno de los más importantes involucrados
en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) confirmó que gente cercana a
Casarrubias Salgado, El Mochomo, pagó 2 millones de dólares para que se le
otorgara la libertad y no se incluyeran pruebas con las cuales se sustentó la
orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada. El dinero se
repartiría en al menos tres funcionarios adscritos al juzgado segundo de
distrito en materia penal con sede en Toluca y se habría entregado poco
antes de las 3 de la mañana del pasado jueves.
La Jornada publicó en su edición impresa del 4 de julio que a
través de un seguimiento de seis años y la aprobación de una solicitud de
intervención telefónica para escuchar por más de seis meses las conversaciones
de diversos familiares de El Mochomo y otros involucrados con el
cártel Guerreros
Unidos, permitió que las autoridades federales establecieran la
ubicación de Casarrubias Salgado en Metepec, estado de México, a donde acudió a
una reunión familiar, y así se logró su captura.
De la misma manera se conoció de las
negociaciones para sobornar a funcionarios del juzgado segundo de distrito con
sede en Toluca para que lo dejaran en libertad por la acusación de delincuencia
organizada, y se obtuvieron los elementos que ahora lo tienen bajo arraigo
durante 40 días, tiempo en el cual se perfeccionará otra acusación por
delincuencia organizada, y posibilitará que la Fiscalía Especial para el Caso
Ayotzinapa concluya sus investigaciones y le impute responsabilidad en la
desaparición de los 43 normalistas.
Este martes, el CJF señaló que la suspensión
del servidor público no prejuzga su culpabilidad y de ninguna manera limita la
investigación exhaustiva que se está llevando a cabo en la totalidad del
Juzgado Segundo de Distrito.
“Como hemos sostenido, en el Poder Judicial
de la Federación son muchas y muchos más los juzgadores y servidores públicos
honorables, por lo que no toleraremos ningún acto de corrupción o injusticia
que vulnere la autonomía e independencia de la justicia federal”.