• Sorprenden a Castro Cosío con Oscar Leggs en otra reunión de proselitismo a pesar de la pandemia • Lo muy lamentable es que es el propio representante formal del presidente Andrés Manuel López Obrador, es quien además de no poder cumplir con el paquete de la Secretaría de “Bienestar”, este se ha hecho a un lado para darle prioridad al proselitismo electoral • A estas alturas del rally electoral, este proyecto ya tiene varios rasguños que no solo harán mella en la figura de Castro Cosío, sino que le dejarán cicatrices políticas que difícilmente podrá superar
Definitivamente el afán
protagónico y la desesperación por incrementar los niveles de aceptación
ciudadana, siempre ha afectado a políticos que se olvidan que existe una
normatividad que cumplir, este incumplimiento a la normas suele convertirse en
un verdadero lastre. Tal es el caso del incompetente Víctor Castro Cosío.
El aún delegado de la
Secretaría de “bienestar” y aspirante a candidato a gobernador por parte de
Morena, ha sido captado ya en varias ocasiones en actos de desesperación que
pueden llevar al traste su insistente, accidentada y extraoficial precampaña
por la candidatura gubernamental.
Acaba de suceder lo mismo en
una reunión realizada en el rancho del delegado de Cabo San Lucas en el
municipio de Los Cabos, donde acudieron alrededor de 40 personas, sin cumplir
con las mínimas medidas de protección ante la pandemia que se registra en la
entidad.
Hasta la Coepris acudió al
lugar para suspender esta reunión, que como otras, busca rescatar e impulsar la
figura del vapuleado y contradictorio Víctor Castro que no ha podido salir
adelante en la apresurada intención de ser el abanderado morenista a la
gubernatura de la entidad.
Quizás Castro Cosío supuso que
al contar con la ayuda del delegado de Cabo San Luchas, Oscar Leggs, a quien
por su parte también le importó poco la pandemia y supuso que la referida
reunión política se realizaría sin mayores problemas.
Pero existe una disposición de
las autoridades sanitarias federales y estatales para evitar aglomeración de
personas y sobre todo si esta se realiza sin la menor protección.
Que afán de Insistir y
aferrarse a hacer convocatorias de ciudadanos con fines proselitistas, que por
supuesto las autoridades de alguna manera documentarán para efectos de
establecer, en su momento, si se violentó la ley electoral con el presunto mal
usos de recursos públicos y desde luego con los llamados actos adelantados de
campaña.
Lo muy lamentable es que es el
propio representante formal del presidente Andrés Manuel López Obrador en la
entidad, es quien además de no poder cumplir con el paquete que es
responsabilidad directa de la Secretaría de “Bienestar”, definitivamente este
se ha hecho a un lado para darle prioritaria atención al proselitismo y a la
búsqueda de simpatía electoral.
Esto se registra justamente
cuando la imagen del gobierno federal se resquebraja cada día más no solo a
nivel nacional, sino también en la entidad, sobre todo luego de conocerse la cancelación
del proyecto de construcción de una nueva planta termoeléctrica, tema que por
supuesto Castro Cosío burdamente ha evitado tocar.
Desde luego que para el
frustrado aspirante a la candidatura morenista estos cuestionamientos no tienen
razón de ser porque como ha dicho en diversos espacios, lo que digan los medios
sobre su persona y manea de hacer política lo tienen sin cuidado.
Pero seguramente no pensará lo
mismo el grupo de escasos seguidores que aspiran a posicionarse políticamente y
que ya a estas alturas se dieron cuenta que será muy poco lo que logren sacar
de manera directa de Castro Cosío, experto en intercambiar inciertas canicas
del futuro por apoyos efectivos y concretos en el presente, precisamente como
la reunión en cuestión y de la que ahora la opinión pública tiene amplio
conocimiento.
A estas alturas para nadie es
un secreto que Víctor Castro Cosío espera el dedazo favorecedor de López
Obrador en la candidatura Morena a la gubernatura por más que se rasguen
vestiduras sobre supuestas formas diferentes de nombrar a sus respectivos
candidatos.
Obviamente de continuar con
este estilo carente de inteligencia y apresurado ante la evidente adversidad
electoral que ya vislumbran el proyecto “puchista”, no tendrá combustible
suficiente para llegar a la meta.
De hecho, a estas alturas del
rally electoral, este proyecto ya tiene varios rasguños que no solo harán mella
en la figura de Castro Cosío, sino que le dejarán cicatrices políticas que
difícilmente podrá superar.
Ya veremos qué sucede.