• Las medidas sanitarias drásticas se trasladarán a los seguidores en lo que será su regreso a los estadios de beisbol en Corea del Sur
SEÚL, Corea del Sur.
Quitar a los aficionados surcoreanos al beisbol el derecho de
beber cerveza y comer pollo frito,
e incluso animar, mientras siguen un partido del deporte más popular en el
país, habría sido inconcebible antes de los tiempos del coronavirus.
Korea Baseball Organization (KBO) impuso este martes restricciones
de cara al regreso de los aficionados a los estadios.
Casi hace dos meses la liga estaba entre las primeras en
el mundo en ponerse en acción, a puerta cerrada, después de que Corea del Sur
tuviera bajo control la pandemia.
Ahora, se espera que se permita pronto un número limitado
de espectadores.
Pero las precauciones de seguridad anunciadas por la KBO
transformará la experiencia del beisbol surcoreano, donde siempre resaltaron
los bailes y canciones de los aficionados, acompañadas de recipientes de
cerveza y pollo frito.
Los espectadores tendrán que sentarse con una plaza vacía entre dos
seguidores y llevar mascarilla todo el tiempo, según el nuevo
manual de seguridad.
Comer mientras están sentados en la tribuna estará
prohibido,
mientras que solo se podrán tomar bebidas no alcohólicas.
Bailar, cantar y animar que conlleve contacto físico
estará prohibido",
añade el manual.
Cerveza y pollo frito todavía estarán disponibles en el
estadio, pero debe ser consumido fuera de las tribunas y sin acceso visual,
por tanto, al terreno, mientras que la gente debe guardar un metro de distancia.
MEDIDAS ESTRICTAS
Aquellas personas que tengan una temperatura de 37.5
grados o más no podrán entrar al recinto.
Por ahora no se ha registrado ningún caso positivo al
coronavirus entre los jugadores o los equipos técnicos en los diez equipos del
campeonato.
La liga se está preparando para el regreso de los
aficionados pese a que las autoridades han reportado una segunda ola de
infecciones en las semanas recientes, con unos 30 nuevos casos cada día, la
mayoría en el área metropolitana de Seúl, donde vive la mitad de la población.
Este martes se anunciaron 43 nuevos casos, siendo 23
infecciones de gente que estaba en el país y 20 de personas llegadas del
extranjero, elevando el total de Corea del Sur a 12 mil 800.
La temporada surcoreana de beisbol comenzó el 5 de mayo a
puerta cerrada, como antesala de una reanudación progresiva del deporte
profesional en el país.
La temporada profesional de beisbol tenía que haber
comenzado el 28 de marzo, lo que no pudo ser posible, debido al coronavirus.
Cuando se pusieron en marcha los partidos, medidas
sanitarias drásticas fueron impuestas a los jugadores, que estaban obligados a
llevar una mascarilla en todo momento, salvo en el terreno y en el banquillo. Y
todos debían ser sometidos a dos controles de temperatura antes del partido.
La federación les prohibió por otra parte darse la mano,
intercambiar "high five" (golpearse con la palma de la mano),
mientras que escupir estaba rigurosamente prohibido.
Ahora las medidas sanitarias drásticas se trasladarán a
los espectadores.