Son un factor de contagio de COVID 19 y no están regulados
Cabo San Lucas (CSL), Baja California Sur.- Sin mascarilla y de carro en carro, franeleros y vendedores ambulantes se hacen presentes en estacionamientos, semáforos y cruces viales del municipio de Los Cabos. Esto ocurre, en una de las semanas más preocupantes en incremento de casos positivos de COVID 19 y de un alarmante incremento de pacientes hospitalizados en el destino turístico.
La crisis económica por la Pandemia de COVID 19 y la entendible necesidad de generar ingresos en las familias de la ciudad, generó que mucho comercio, saliera a las calles ofreciendo infinidad de productos, servicios y comida preparada. A diferencia del comercio formal, no hay autoridad que delimite criterios de salubridad para este sector, como ocurre con abarroteros, restaurantes, y demás servicios fijos, que han gastado hasta más de treinta mil pesos, por cumplir con la “nueva normalidad”.
En cada estacionamiento de centro comercial o supermercado, estas personas que buscan tener algún ingreso económico, abordan a los automovilistas y usuarios sin respetar una sana distancia. Desafortunadamente, ciudadanos consideran que esto, es un peligroso foco de contagio de COVID 19. Lo mismo ocurre en los semáforos con personas que piden limosna, limpian vidrios y también venden productos, pues la distancia no llega ni a medio metro, entre el automovilista y el comerciante.
También, en algunos reportes de partes de vecinos de Los Cabos, advierten de la presencia de menores de edad ofertando productos como bolsas de nopales, cubrebocas rotulados, frutas, o simplemente pidiendo limosna. Urgen a las autoridades de salud en Baja California Sur, retirar a estas personas por ser un posible y comprobable factor de contagio de COVID 19.